Arachis pintoi Krap. et Greg

Serie: Forrajeras

Alvaro Vallejo, Ingeniero Forestal MSC. Universidad Nacional, sede Medellín.  avallejor@gmail.com.
Fredy Zapata, Ingeniero Forestal.  Universidad Nacional, sede Medellín.  fzd1961@gmail.com

Familia. Fabaceae.

Otros nombres comunes. Alfalfa tropical, falso maní, maní ornamental, maní perenne (Esp.); amendoim forrageiro perene (Port.); amarillo forage peanut, Pinto peanut (Ingl.).
Origen y distribución. Especie originaria del Brasil. La primera colección fue realizada en valle del río Jequitinhonha en el Estado de Bahía.

Descripción y hábito. Especie perenne, rastrera y estolonífera; sistema radical fasciculado, moderadamente profundo; tallos herbáceos, cilíndricos, de 1.9-3.9 mm de diámetro, glabros, ocasionalmente pubescentes, irregularmente ramificados; entrenudos de 12-67 mm de largo.

Hojas compuestas, estipuladas, con 4 folíolos; folíolos ovados a oblongos, grandes, de 1.1-3.9 cm de largo y 0.9-2.9 cm de ancho, enteros, emarginados, mucronados, casi glabros en la haz, pubescentes en el envés, de color verde oscuro, esparcidamente ciliados en los bordes, finamente nervados; pecíolos de 0.9-6.3 cm de largo, levemente acanalados arriba, glabros a esparcidamente pubescentes con pelos blanquecinos usualmente perpendiculares al eje, y con un pulvino hacia la base; estípulas de 1.0-2.8 cm de largo, adnatas en la mitad o más de su longitud, multinervadas, una de las dos en mayor grado, glabras a esparcidamente pubescentes.

Flores solitarias, pequeñas, largamente pedunculadas; pedúnculo delgado, de hasta 8 cm de largo, con un tinte purpúreo, glabros a esparcidamente pubescentes con pelos blanquecinos usualmente perpendiculares al eje; hipantio de 1.1-3.3 mm de ancho; labio superior del cáliz con 4 lóbulos; estandarte amarillo brillante, de 0.9-1.6 cm de largo y 1.0-1.9 cm de ancho.

Fruto pequeño, monospermo, ovalado, de pericarpio delgado y duro, ligeramente reticulado, de 7.6-13.6 mm de largo y hasta 7.4 mm de ancho; semilla de 9.8 mm de largo y 5.3 mm de ancho. Especie diploide con 2n=20 cromosomas.

Variedades y cultivares. El ‘Maní Forrajero Perenne’ es un cv. fruto de una investigación conjunta entre el Instituto Colombiano Agropecuario-Ica y el Ciat. Fue liberado en 1992 tras evaluar durante varios años su potencial como leguminosa forrajera asociada con especies gramíneas mejoradas en los suelos de baja fertilidad de la altillanura Oriental, piedemontes llanero y amazónico, y la zona de laderas del norte del departamento del Cauca, en Colombia. Ya con anterioridad se había descrito como una especie bien adaptada, muy palatable y persistente bajo pastoreo, así como de alta producción y calidad de forraje y de semilla en los suelos fértiles del Valle del Cauca y de la zona cafetera de Colombia. En Brasil se le conoce como cv. Amarillo.

Usos

Pastoreo; corte (forraje verde); henificación. Control de erosión; es de establecimiento rápido y forma una densa cobertura que protege el suelo de los procesos erosivos. Conservación de suelos. Mejoramiento de suelos; fijación de nitrógeno; en varias zonas su emplea para erradicar ciertos tipos de malezas. Protección de suelos; incluye estabilización de taludes. En la actualidad existe un creciente uso de esta leguminosa como especie ornamental, debido a su crecimiento en forma de grama, el color verde intenso de su follaje, y a su continua floración de color amarillo brillante.

Se asocia como fuente de nutrientes y como cultivo de cobertura con cultivos de café, maní, palma aceitera, aguacate, banano, cítricos, plátano, y con especies forestales como caoba, etc. Existen varios métodos para establecer la leguminosa como cultivo de cobertura en plantaciones de café. Uno de ellos recomienda sembrar la leguminosa en la bolsa de almácigo 2-3 meses después de haber realizado el trasplante de la chapola (plántula de café), para evitar la competencia de la leguminosa. Cuando se siembra el café en el campo lleva consigo la cobertura que le permitirá la protección del suelo. Con este sistema se reducen las labores de control de malezas. En cultivos ya establecidos de café la siembra se puede realizar empleando estolones o plántulas en bolsas y utilizando distancias de siembra de 0.5×0.5 m en cuadro. Se deben realizar varias limpias para favorecer el establecimiento de la leguminosa. Estos métodos también se pueden emplear para otros cultivos, o también se puede sembrar la leguminosa directamente en el plato de los árboles, lo cual no afecta el desarrollo del maní ya que tolera la sombra. Para la recolección de semilla de la leguminosa se recomienda hacer cortes de la cobertura en franjas alternas de 1x1m con el fin de reducir al mínimo cualquier impacto detrimental que se pueda presentar. Con este tipo de cortes la plantación se recupera rápidamente ya que la vegetación circundante cierra el ‘parche’ en poco tiempo, así como por la germinación de la semilla residual.

Adaptación
Clima Altitud: 0 a 1800 msnm.
Precipitación: 800 a 4000 mm/año.
Temperatura: 18 a 30°C.
Época seca: 2 a 6 meses.

Otras características climáticas. Esta leguminosa se reporta resistente a la sequía, aunque algunos autores señalan que su adaptación es mejor en zonas con un máximo de 4 meses de sequía, ya que con sequías más severas la planta se defolia y algunos estolones pueden morir. No obstante, su capacidad de rebrote se mantiene alta hasta que las condiciones ambientales son favorables, el desarrollo de la planta y la producción se afectan. Algunas accesiones del Ciat han presentado buena adaptación en zonas a 2000 msnm. Resistente al fuego. Se adapta tanto a condiciones de plena luminosidad como de sombra.

Suelos Textura: De moderadamente liviana hasta muy pesada.

Reacción: De neutra hasta muy ácida.
Drenaje: Bueno a moderado.

Otras características del suelo. Se adapta a una amplia variedad de condiciones edáficas, incluyendo suelos ácidos de baja fertilidad, húmedos, y con una alta saturación de aluminio. Logra su mejor desarrollo en suelos franco-arcillosos (o franco-arenosos si el objetivo es la producción de semilla), y con contenidos medios a altos de materia orgánica (>3%); por esta última razón, no prospera bien en suelos muy arenosos, en zonas con sequías prolongadas. Tolera excesos de humedad pero no próspera en suelos sujetos a inundación.

Manejo

Propagación y siembra. Aunque se propaga fácilmente por semillas, y el establecimiento del cultivo es rápido, también se reportan buenos resultados con la propagación a partir de estolones. Este último sistema es más práctico, económico, y produce coberturas más rápidas de la leguminosa. Se recomienda sembrar al inicio de la estación lluviosa, o cuando las condiciones de humedad del suelo sean las adecuadas para la siembra. Cualquiera sea el material empleado para la siembra, ésta se puede realizar en surcos distanciados 0.35-1 m, con distancias entre sitios de 0.3-0.75 m, según sea el objetivo del cultivo, y si se siembra puro o en mezcla con otras especies.

Si se emplean estolones para la siembra, éstos deben estar libres de hojas y tener 20 cm de longitud o al menos 2 nudos. El corte de los estolones se debe realizar lo más cerca posible a las yemas para que al sembrarse queden en contacto con el suelo de tal manera que no presenten puntas o sobrantes que favorezcan la pudrición del material. Si no se tiene la cantidad suficiente de material, los estolones se pueden cortar en trozos pequeños de aproximadamente 4-5 cm y con un nudo. Con este material el establecimiento del cultivo es más lento, pero en resultados es análogo a la siembra con semilla. El material se debe sembrar el mismo día que se cosecha y prepara, de otra forma se deberá almacenar bajo sombra y humedecer con la frecuencia necesaria para evitar que se deshidrate y muera.

Cuando se siembra en monocultivo el material se planta en surcos distanciados 0.35 m, y si se siembra en mezcla con alguna gramínea se planta en surcos a 1 m de distancia. El material se debe sembrar de tal manera que quede enterrado ca. 15 cm, dejando el resto del estolón sobre la superficie del suelo. Si se siembra a partir de semilla, y se establece simultáneamente con alguna gramínea, se recomienda sembrar con una relación de 1:1 en surcos intercalados, empleando de 5 a 6 kg/ha de semilla de la leguminosa, y colocando 3-5 semillas por metro lineal. Si se emplea para la resiembra de praderas ya establecidas, se utiliza el rastrillo para preparar franjas paralelas de 2 a 5 surcos de ancho, separados 0.5 m uno del otro; con este sistema cada especie ocupa una franja definida inicialmente, pero después se invaden mutuamente formando la mezcla deseada.

Otro método alternativo de siembra consiste en regar la semilla de la leguminosa al voleo e incorporarla con un rastrillo sin traba; este sistema es bastante apropiado con especies como andropogon (Andropogon gayanus) y Guinea (Panicum maximum) que son de crecimiento erecto; la cantidad de semilla requerida con este sistema es de 6-8 kg/ha. En zonas de ladera o de pendiente moderada se recomienda no disturbar el suelo y hacer aplicaciones localizadas de un herbicida, y después de 10-12 días, sembrar a chuzo o rayar y usar sembradoras para jardín (tipo Planet Junior). Si la aplicación del herbicida es general en todo el terreno, la leguminosa se puede sembrar al día siguiente; si la limpieza del terreno se realiza con guadaña, aunque las malas hierbas crecen más rápidamente, se puede evitar el uso de herbicidas. Para el establecimiento de monocultivos, bien sea para cobertura o para banco de proteínas, la siembra se realiza en surcos distanciados 0.6 m con 0.3 m entre sitios de plantación (ca. 30000 plantas/ha); se requieren 10-12 kg/ha, lo que permite una cobertura total del terreno en mínimo 5 meses. Con una menor densidad de siembra la cobertura total del suelo tarda más tiempo.

Otro sistema de propagación, especialmente recomendado para pequeñas extensiones, consiste en reproducir el material en bolsas plásticas, del tipo que se emplean en los viveros, el cual puede estar listo para su trasplante al sitio definitivo al cabo de 3 meses. En suelos oxisoles de Carimagua, en los Llanos Orientales de Colombia, con bajo contenido de nitrógeno mineral y fertilizados con fósforo, calcio, magnesio, y potasio, la inoculación de la semilla con varias cepas de Bradyrhizobium ha resultado muy efectiva, incrementando el rendimiento de la materia seca hasta 10 veces.

Las plantas no inoculadas muestran amarillamiento de las hojas, y aunque presentan una buena nodulación, los nódulos se tornan de color blanquecino. Cuando el nivel de nitrógeno mineral en el suelo es alto, o los niveles de los macronutrimentos son bajos, la respuesta a la inoculación o a la aplicación de nitrógeno no es significativa. Sin embargo, en tal situación se recomienda inocular la semilla o estolones con la cepa de Rhizobium Ciat 3101, la misma que se emplea para Centrosema. El inoculante se debe conseguir con el tiempo suficiente y mantenerse en refrigeración. Su preparación se realiza mezclándolo con agua y un adherente (melaza por ejemplo), y cuyas cantidades dependen de la cantidad de material vegetativo o de semillas que se vayan a emplear para la siembra. Como norma general se recomienda emplear por cada sitio de siembra 0.05 g de inoculante. Así, para la siembra entre surcos de 0.75 m y entre sitios de 0.75 m, se requieren 1000 gr del inoculante; para distancias entre surcos de 1 m y 0.75 m entre sitios se requieren 750 g del producto, etc. La labor de inoculación puede ser más fácil si se realiza con cantidades pequeñas del material. Si se trata de material vegetativo, éste se coloca en capas de 10-20 cm de espesor, se debe emplear agua libre de sodio y adherente suficiente para esparcir todo el inoculante sobre el material.

La germinación de la semilla ocurre 7 a 30 días después de la siembra y es necesario que el suelo esté lo suficientemente húmedo para que la vaina que protege la semilla se descomponga. Los cultivos establecidos con estolones alcanzan un buen desarrollo 2 meses después de la siembra, e incluso para esta época ya pueden estar produciendo la primera cosecha de semillas.
Compatibilidad con otras especies. Por su crecimiento rastrero y estolonífero se puede asociar tanto con gramíneas como con otras leguminosas, aun con aquellas gramíneas de crecimiento vigoroso como la mayoría de braquiarias. En las condiciones de los Llanos Orientales de Colombia esta leguminosa ha mostrado una excelente adaptación y producción en asociación con Urochloa humidicola, U. brizantha, y U. ruziziensis. A pesar de que Urochloa brizantha cv. Marandú se reporta difícil de asociar con especies leguminosas rastreras debido a que presenta efectos alelopáticos, en Costa Rica en un ensayo realizado bajo condiciones de bosque húmedo tropical se registraron resultados muy promisorios con esta leguminosa, lo que indica un alto potencial de asociación entre ambas especies. La inclusión del maní forrajero perenne en las praderas de la gramínea mejoró la disponibilidad de biomasa total, del material vivo en oferta, de la relación hoja:tallo, disminuyó la cantidad de material muerto, mejoró la proteína, la digestibilidad de la planta entera, así como de partes de la planta, con respecto a los de la gramínea pura.

En el Valle del Cauca, Colombia, se ha asociado con Cynodon nlemfuensis, y un análisis tanto del heno de la gramínea pura como en mezcla con la leguminosa, con 60 días de rebrote, indica que si bien la baja calidad registrada en el heno de la gramínea pura se debió a la avanzada edad a la que fue cosechado el material (la cual no debería sobrepasar los 30-45 días), en el heno en mezcla casi se duplicó el contenido de proteína mejorando sensiblemente su calidad por efecto de la leguminosa asociada.

Control de malezas. Dada la agresividad de esta leguminosa es poco frecuente que se presenten problemas graves de malezas, en especial cuando se encuentra bien establecida. Sin embargo, la presencia de malezas depende en gran medida del esquema de manejo que se implemente para la leguminosa. Algunos autores consideran que es más susceptible a las malezas cuando se utiliza bajo corte, por lo que un estricto control de éstas es esencial para asegurar niveles altos de producción.

De otra parte, debido al lento crecimiento inicial de las plántulas, el cultivo puede ser invadido por algunas malezas de hoja ancha y gramíneas siendo necesario el empleo de herbicidas tanto en aplicación pre como postemergente. Para el control de la mayoría de las gramíneas se puede emplear alaclor (Lazo) a razón de 2 lt/ha en preemergencia. El glifosato (Round-up) se puede utilizar en postemergencia a razón de 1-2 lt/ha, aplicado con azadón químico o con mechero ya que no es un producto selectivo. Cuando la invasión del cultivo por parte de gramíneas es severo se puede ejercer un buen control con fluazifopbutil (Fusilade) a razón de 1 lt/ha. Para algunas malezas de hoja ancha y ciperáceas se recomienda aplicar bentazón (Basagrán) a razón de 1-2 lt/ha.

Fertilización. El tipo y la cantidad de fertilizante que se debe aplicar para el establecimiento de esta leguminosa depende del tipo de suelo. Algunos autores señalan que una de las principales cualidades de esta leguminosa es su capacidad de extraer fósforo de suelos con deficiencias de este elemento. En Colombia, para las condiciones de la altillanura y los piedemontes llanero y amazónico, se recomienda al momento de la siembra incorporar al suelo con el rastrillo 200-300 kg/ha de roca fosfórica, así como una cantidad igual de cal dolomítica, 60 kg/ha de cloruro de potasio y 15-30 kg/ha de azufre. En algunos casos también puede ser necesaria la aplicación de cobre, boro, zinc y molibdeno, de acuerdo con los resultados del análisis químico del suelo. En esta región no se ha encontrado respuesta a la aplicación del nitrógeno, y algunos autores consideran que la falta de respuesta a este elemento se debe a que la labranza del suelo favorece su mineralización, lo que inhibe la respuesta a la aplicación de este nutrimento.

La disponibilidad de calcio en particular favorece el establecimiento de la leguminosa y favorece tanto la formación como la producción de semilla. Después del segundo año, y durante la época de lluvias, se debe aplicar entre el 25 y 50% de las cantidades de fertilizantes empleadas para la siembra. En el Centro Nacional de Investigaciones Carimagua, Colombia, para el establecimiento de la asociación de la leguminosa con Urochloa humidicola se recomienda la aplicación de 10 kg/ha de fósforo, 25 de potasio, 20 de magnesio, 100 de calcio y 20 de azufre. Para otras zonas de Colombia se recomienda programar la fertilización previo análisis químico del suelo. Se estima que la fijación de nitrógeno de esta leguminosa varía entre 150 y 180 kg/ha/año.

Riego. En Colombia se reporta que cuando se utiliza bajo corte, además del control de las malezas, es preciso regar durante la época seca para lograr una mayor persistencia productiva y estable de la leguminosa.

Ordenación del pastoreo. El maní forrajero perenne se considera de excelentes cualidades para el pastoreo. Se adapta adecuadamente al pastoreo alterno o rotacional ya que resiste condiciones de manejo extremo y el pastoreo excesivo. De otra parte, la especie tolera muy bien la defoliación. Además, el fuerte enraizamiento de los estolones, los bien protegidos puntos de crecimiento, y el banco de semillas que forma en el suelo, favorecen una mayor persistencia del cultivo.

En un ensayo con la leguminosa en mezcla con U. humidicola bajo pastoreo se encontraron en una parcela 618 semillas de la leguminosa por m2. La prolífica producción de semilla es una característica que le asegura la autopropagación y persistencia bajo pastoreo excesivo. La capacidad de sostenimiento de las mezclas con algunas braquiarias (U. humidicola=U. dictyoneura, U. brizantha) usualmente se establece en 1-1.5 animales/ha durante los 2 primeros años; después se puede emplear una carga de 2-2.5 animales/ha. Para lograr un mejor equilibrio cuando se asocia con braquiarias no se debe esperar a que la gramínea semille. Se considera que una pradera presenta una proporción adecuada de los componentes cuando la leguminosa constituye entre el 15 y 20% de la mezcla. Cuando la proporción de la mezcla favorece a la gramínea, el pastoreo frecuente y el empleo de cargas altas por períodos cortos de tiempo mejora el establecimiento y desarrollo de la leguminosa ya que reduce la competencia del pasto. Por el contrario, si la proporción de la leguminosa en la mezcla sobrepasa la proporción deseada, se puede lograr un equilibrio permitiendo el pastoreo por períodos cortos, con menores cargas y con mayor tiempo entre pastoreos (28 a 35 días).

En las condiciones del Valle del Cauca, Colombia, usualmente de suelos fértiles, se recomienda realizar el corte de los rebrotes cada 6 a 9 semanas para lograr el máximo beneficio de la leguminosa. El maní forrajero mejora notablemente la calidad del heno de las gramíneas cuando se le asocia a ellas. La especie sobrevive a las quemas.
Producción
Calidad del forraje y producción. El forraje se considera de buena calidad y es muy palatable para todo tipo de ganado el cual lo consume fácilmente. Se reportan contenidos de proteína cruda que varían del 15 al 22% y una digestibilidad del 62-73%. Cuando se asocia con gramíneas del género Urochloa (braquiarias) el forraje presenta altos contenidos de proteína y alta digestibilidad. En Colombia en mezcla con pasto humidicola (Urochloa humidicola) la leguminosa por varios años registró un contenido de proteína cruda promedio de 14.12%; el promedio de fósforo en los tejidos fue adecuado (0.18%) y los contenidos de potasio (1.30%) y de calcio (1.77%) fueron superiores a los requeridos por el ganado de carne. Se considera con un gran potencial para sistemas de doble propósito.

En los Llanos Orientales de Colombia, en suelos oxisoles de sabana, en mezcla con braquiarias (U. humidicola=U. dictyoneura, U. brizantha, U. ruziziensis) se reportan producciones entre 20.5 y 25.4 ton/ha de materia seca al año con cosechas a intervalos de 4 semanas. El aporte de la leguminosa osciló entre 5.2 y 9.6 ton del total del forraje. La mayor producción se registró en mezcla con U. humidicola y la menor con U. ruziziensis.

Un ensayo de 84 días realizado con cultivos puros en el Valle del Cauca, Colombia (1000 msnm; 1000 mm precipitación promedia anual; 24°C de temperatura media anual; suelos francos fértiles; pH 7.0), registró una producción promedia de tallos y hojas para 4 edades de rebrote (3, 6, 9, y 12 semanas) de 750±227, 2330±400, 2750±862, y 2462±895 kg/ha de materia seca, respectivamente. En su orden, se estimó una producción anual de 13036±3939, 20249±3477, 15933±4995, y 10698±3889 kg/ha de materia seca. El contenido promedio de proteína cruda para las 4 edades fue 19.4±0.6%. Se concluyó que el corte de rebrotes entre 6 y 9 semanas produce los mayores rendimientos en las condiciones en que se realizó el ensayo, y que estos son comparables, o aún mayores a los de la alfalfa. El terreno para el establecimiento del ensayo se preparó con un arado de discos, seguido de 3 pases cruzados de rastra; la semilla se sembró en surcos distanciados 60 cm colocando las semillas a 40 cm entre el surco; durante el período de establecimiento y utilización de la leguminosa se realizaron 3 controles manuales de malezas. Además, el cultivo recibió 2 aplicaciones ocasionales de los herbicidas selectivos contra malezas gramíneas alaclor y fluasifopbutil. En total, para los 84 días del ensayo se registró una precipitación total de 254 mm repartidos en 13 días de lluvias.

Otro ensayo realizado en Costa Rica bajo condiciones de bosque húmedo tropical (Estación Experimental Los Diamantes), para evaluar el comportamiento de la asociación U. brizantha (=B. brizantha) cv. Marandú (Ciat 6780) y Arachis pintoi (Ciat 17434), y la gramínea sola, bajo dos cargas animales (ca. 1.8 y 1.1 U.A./ha) en praderas sometidas a un sistema de manejo en rotación con 7 días de ocupación por 21 de descanso, reporta que la disponibilidad de biomasa total fue mayor para la pastura asociada (4865 kg/ha de materia seca) que para el monocultivo (4543 kg), aunque la carga alta afectó la producción de biomasa con el tiempo, así como la disponibilidad de biomasa (3695 kg/ha de materia seca vs. 5713 kg/ha para la carga baja). No obstante, la proporción de material vivo en oferta fue mayor en la pastura asociada (81.5%) que en el monocultivo (78.3%), y tendió al aumento con el tiempo. De igual forma, la cantidad de material muerto fue mayor en la gramínea con cargas bajas (1421 kg/ha) que con la alta (870 kg/ha), y tendió al aumento con el tiempo. La proporción de la leguminosa en la pradera fue de 7.6% y mostró una tendencia al aumento a través del tiempo, sin ser afectada por las cargas animales. De otra parte, el A. pintoi mejoró la relación hoja:tallo de la gramínea asociada (1.46 vs. 1.28 en monocultivo), al igual que la carga (1.71 en la alta vs. 1.03 en la baja), mostrando tendencia al aumento con el tiempo. El contenido de proteína cruda de los componentes tendieron a disminuir con el tiempo, pero fue mayor bajo la carga alta y en las praderas asociadas. El estudio también destaca que la digestibilidad in vitro de la materia seca del material vivo en oferta mejoró con la inclusión del maní en la pradera (58.5%) respecto a la gramínea sola (56.0%). La literatura no reporta casos de timpanismo en el ganado debido al consumo de esta leguminosa, y los niveles de taninos condensados, que podrían estar protegiendo parcialmente la proteína de degradación en el rumen, son bajos.

Análisis bromatológicos

Producción animal. La producción de carne y leche se puede aumentar significativamente en pasturas a base de maní forrajero en un amplio rango de sistemas de manejo del pastoreo. En los Llanos Orientales, Colombia, se registraron ganancias diarias de peso en vivo de 388 g/animal para praderas de Urochloa humidicola con un 20% de maní forrajero, y de 521 g cuando la mezcla contenía un 50% de la leguminosa. Para esta última, y con una carga de 2.3 U.A./ha (U.A.=420 kg de peso en vivo), se obtuvo una ganancia de 627 kg/ha al año. Para la gramínea pura las ganancias diarias fueron del orden de 248 g. Otros reportes señalan rendimientos anuales del orden de 150 kg/ha con cargas de 1-1.5 animales/ha durante los 2 primeros años y de 375 kg con cargas de 2-2.5 animales/ha.

En Costa Rica se registró una ganancia diaria de 496 g/animal en praderas del maní forrajero en mezcla con Urochloa brizantha cv. Marandú con una carga de 1.26 animales/ha, y 426 g/animal para la asociación con una carga de 1.84 animales/ha. Las ganancias de peso por hectárea fueron de 283 y 230, respectivamente. En todos los casos, las praderas fueron manejadas en rotación con 7 días de ocupación por 21 de descanso. En general, las ganancias de peso en vivo pueden oscilar entre 160 y 200 kg/animal y de 250 a 600 kg/ha, dependiendo de la gramínea asociada, la producción de la leguminosa presente y la intensidad de los veranos.

Semillas y producción. La floración de esta leguminosa se presenta principalmente durante la estación lluviosa, y produce abundante semilla que garantiza su persistencia. La floración se inicia 30 a 50 días después de la siembra. Sin embargo, la fase de floración es continua y se extiende durante el establecimiento, lo que resulta en una maduración poco uniforme de la semilla. De otra parte, como las semillas se desarrollan y maduran bajo la superficie del suelo, el aprovechamiento suele ser bastante difícil y dispendioso. Se reporta una mayor floración y fructificación en suelos moderadamente fértiles y con pH entre 5.0 y 6.0. Las semillas presentan una germinación mínima del 65% y un 99% de pureza. Se almacenan en condiciones de temperatura de 15°C o menos y una humedad relativa del 40-50%. Entre 6500 y 11000 semillas/kg.

Plagas y enfermedades. En general, no se han reportado plagas o enfermedades que afecten los cultivos de esta leguminosa u otros cultivos asociados. Resiste la mayoría de las enfermedades reportadas para el maní común. La accesión Ciat 17437 mostró muy buena resistencia a plagas y enfermedades durante los 5 años que estuvo bajo observación en Carimagua, Llanos de Orientales de Colombia. Sólo se reportó un ataque de antracnosis causado por Colletotrichum truncatum en una área donde se había cultivado una accesión de Stylosanthes capitata, muy susceptible a esta enfermedad. El patógeno le ocasionó lesiones negras a los estolones, pero no le produjo daños serios ni afectó el follaje. Se reporta que el Arachis controla la presencia de nematodos del género Meloidogyne, una plaga que genera grandes pérdidas en numerosos cultivos.

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Referencias

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Marín-Nieto, H., Cardona-Botero, M.C. & Suárez-Vásquez, S. 1996. Multiplicación y establecimiento del maní forrajero en cafetales. Chinchiná, Caldas, Col. Cenicafé. Avances Técnicos 230. 8p.

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