Los árboles en áreas áridas son más resistentes a la sequía de lo que se pensaba. Sin embargo, el cambio climático está secando las regiones más húmedas, poniendo en riesgo incluso a los bosques más resilientes.
La quema prescrita, el adelgazamiento de la restauración o una combinación de ambos son eficaces para reducir el riesgo de incendios forestales catastróficos
La evolución de las raíces de los árboles pudo haber desencadenado una serie de extinciones masivas en los océanos de la Tierra hace más de 300 millones de años.
Aproximadamente entre el 450 a. C. y el 950 d. C., millones de amerindios que vivían en la Amazonia actual transformaron suelos pobres mediante diversos procesos.
La tesis muestra que los incentivos financieros son una forma poderosa de alentar a los agricultores a gestionar y proteger la tierra de manera sostenible.
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