El biogás, combustible alternativo.

La biomasa es una fuente energética que se basa en aprovechar todo tipo de materia, ya sea de origen orgánico o inorgánico, para obtener energía, como por ejemplo en el caso de la que proviene de los residuos de distintos procesos. Uno de los principales usos de la biomasa para la producción de energía es el biogás. Se trata de un producto de la descomposición de la materia orgánica, de la cual se obtiene una clase de gas combustible más amigable con el medio ambiente con relación al originado en forma convencional.

En la biomasa se emplean plantas de crecimiento rápido, restos de animales, madera y algas cultivadas, entre otras variedades. Siempre y cuando se realice una explotación sostenible de los recursos, no se limite el desarrollo de cultivos alimenticios y no se lleven adelante prácticas de monocultivo, esta opción puede ser realmente ecológica y sostenible.

Teniendo en cuenta que se trata de una fuente de energía con origen solar, evidentemente puede ser una opción renovable y limpia, siempre y cuando se utilice en forma adecuada. En ese marco, el biogás es un gas combustible que se produce en dispositivos que trabajan las diferentes reacciones de biodegradación sufridas por la materia orgánica, a través de la actividad de microorganismos o de otros factores.

El gas obtenido se encuentra conformado mayormente por dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) y metano (CH4). Entre sus posibles usos, la producción de biogás por descomposición sin aire o descomposición anaeróbica permite el tratamiento de residuos biodegradables y genera un combustible de valor, con efluentes que pueden aplicarse como abonos o acondicionadores del suelo.

Generación de electricidad

Al mismo tiempo, el biogás puede ser empleado para producir energía eléctrica a través de turbinas o plantas generadoras a gas, como así también es factible su uso en estufas, secadores, hornos, calderas y otros sistemas de combustión a gas. La producción de biogás se ha incrementado en los últimos años en Europa, teniendo en cuenta que muchos países han introducido incentivos económicos para generar electricidad a partir de biogás.

En el terreno europeo, Alemania es el principal productor de biogás, acaparando un 50,5 % de la producción. Según datos del Ministerio Federal de Economía y Tecnología de Alemania, sobre fines de 2010 estaban en funcionamiento en Alemania casi 6.000 plantas de biogás, con una capacidad total de unos 2,28 gigavatios (GW) de potencia eléctrica. La producción llegaba a los 15.000 GWh de electricidad, abasteciendo a 4,3 millones de hogares.

Fuente: Ecogestos

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