Uruguay. La reducción de los escurrimientos del agua de lluvia que interceptan las copas de los árboles antes de llegar a los cauces de ríos y arroyos es de un promedio del 20%, según un estudio del Instituto de Mecánica de los Fluídos de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería. En el sector forestal se entiende que es un nivel normal de consumo en relación a otras plantaciones.
El ingeniero Luis Silveira, investigador de ese instituto, destacó a El Observador el estudio presentado en el seminario Forestación, suelos y aguas, organizado por la Sociedad de Productores Forestales (SPF), el pasado viernes en la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP).
Desde hace 18 años el instituto realiza proyectos, midiendo en cuencas forestales y tomando como punto de referencia pasturas naturales para uso ganadero. Los estudios se hacen a escala de microcuencas de 100 a 200 hectáreas, en Paysandú y Río Negro.
También se analizó un tema conflictivo, especialmente en épocas de sequía, referido a las aguas subterráneas. Se encontró que bajo montes forestales después de una lluvia la napa reacciona muy rápidamente, asciende mucho más que en una pastura.
Eso se está llevando ahora a una escala en milímetros para poder comparar pasturas contra montes forestales.
En materia de calidad de agua en las presentaciones realizadas en el seminario no se vieron cambios significativos entre las dos coberturas de pasturas y forestación. Los estudios han demostrado que los dos rubros analizados están dentro de los niveles normales de calidad de agua para los cursos de agua.
Al sector forestal le ha preocupado siempre mantener los recursos agua, suelo y biodiversidad, pero ahora se cuenta además con 15 a 20 años de investigación desarrollada básicamente por la Universidad de la República, con el apoyo de las empresas de este rubro, destacó a su vez a El Observador el presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Carlos Faroppa.
Por lo tanto, existen indicadores de sustentabilidad que demuestran que el sector transita por el buen camino, pero además el conocimiento se va aplicando y en consecuencia marca una superación con relación a lo que era la forestación hace 20 años.
El dirigente explicó que se aplica otra tecnología en la preparación de suelos y en la planificación del bosque, así como también se aplica otra tecnología en el momento de cosecha.
En los últimos 26 años se ha ingresado a una tercera generación de tecnología, por lo que en el seminario se presentó información a través de varios estudios sobre si existían o no cambios significativos con respecto a la calidad de agua en una cuenca o en el manejo de suelos en un área planificada.
En este sentido, hay pequeñas modificaciones no significativas, que están en el marco del espíritu de mejora continua que desarrolla el sector, por ejemplo dejar los barbechos completos luego de las cosechas para que se descompongan en el suelo, lo que mejora las condiciones físicas y químicas del suelo,remarcó Faroppa.
Realidad nacional
En las mediciones efectuadas en plantaciones forestales ubicadas en las márgenes de ríos y arroyos se ha podido verificar que la situación analizada tiene su incidencia, pero no en forma alarmista como se manifestaba por algunos sectores, con una reducción del 70% de escurrimientos, lo que se calculaba en base a bibliotecass de otros países. Según datos ajustados a nivel nacional, ese valor se ubica a un 20%, según comentó Luis Silveira, de la Facultad de Ingeniería.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/el-consumo-agua-los-cultivos-forestales-es-normal-n686868