
Serie: Forrajeras
Alvaro Vallejo, Ingeniero Forestal MSC. Universidad Nacional, sede Medellín. avallejor@gmail.com.
Fredy Zapata, Ingeniero Forestal. Universidad Nacional, sede Medellín. fzd1961@gmail.com
Saccharum sinense Roxb.
Sinónimos. Saccharum barberi Jeswiet, Saccharum robustum Brandes & Jeswiet ex Grassl, Pennisetum hybridum (Pennisetum purpureum x P. americanum).
Familia. Poaceae.
Otros nombres comunes. Caña de azúcar forrajera, caña de uva, caña japonesa, caña uva, pasto panamá, pennisetum híbrido, ‘Uba cane’ (Esp.); Chinese sugarcane, japanese cane, king grass, North Indian sugarcane, uba cane (Ingl.).
Origen y distribución. Se cultiva principalmente en China y el Japón; se cultivó en forma extensa antes de la introducción de las cañas ‘nobles’ superiores para la producción de azúcar. Es quizás la especie de corte más empleada en Colombia y otros países tropicales.
Descripción y hábito. Especie perenne, erecta, de hasta 4.5 m de altura; rústica y vigorosa, de maduración temprana y de gran adaptabilidad; forma macollas y produce gran número de tallos por planta; tallos de 13-15 mm de espesor (más delgados que los de S. officinarum), con nudos bronceados y forma de bobina, de gran flexibilidad cuando jóvenes y rígidos en la madurez; entrenudos largos, de 15-20 cm y cubiertos por las vainas.
Hojas elongadas, de hasta 5 cm de ancho (más anchas que las del Pennisetum purpureum y más estrechas que las de S. officinarum), con vellosidad suave y corta en la unión con el tallo, de tonalidad verde con variaciones de claro a oscuro, según el tipo de suelo, humedad y disponibilidad de nutrimentos; algunas plantas florecen cuando alcanzan entre 1 y 1.5 m de altura.
Inflorescencia similar a la del P. purpureum, por lo que se considera una especie del género Pennisetum; raquis con largos vellos; glumas 4; lodículas no ciliadas.
Número de cromosomas 2n=117-123. No existe consenso con respecto a su clasificación y algunos especialistas la consideran como un híbrido resultante del cruce entre P. purpureum y P. americanum (=P. typhoides).
Variedades y cultivares. El cv. ‘Uba’ es una variedad muy antigua con un alto contenido de fibra (17%) que proporciona altos rendimientos y produce varias cosechas por retoño, especialmente si se fertiliza adecuadamente y se le aplica riego.
Usos. Fundamentalmente pasto de corte (forraje verde) para suministrarlo picado y fresco al ganado; ensilado. En Colombia ha desplazado como pasto de corte al pasto imperial (Axonopus scoparius) en las zonas cafeteras más cálidas. Se cultiva para la producción de azúcar en el sur de la China y el Japón y en menor grado en las regiones subtropicales de la India. En algunas zonas en ocasiones se cultiva para la elaboración de un jarabe.
Adaptación
Clima
Altitud: 0 a 2000 msnm.
Precipitación: 750 a 2000 mm/año.
Temperatura: 17 a 32°C.
Época seca: 2 a 5 meses.
Otras características climáticas. Especie altamente adaptable a diferentes condiciones climáticas. Es resistente a la sequía y más rústica que la caña de azúcar, por lo que puede permanecer sin cosechar hasta bien avanzada la época seca; también se considera más resistente que Pennisetum purpureum. Es moderadamente tolerante a las heladas (sobrevive a las heladas ligeras).
Suelos
Textura: De moderadamente liviana hasta moderadamente pesada.
Reacción: De ligeramente alcalina hasta ligeramente ácida.
Drenaje: Bueno a moderado.
Otras características del suelo. Se adapta a una amplia variedad de condiciones edáficas, incluidos suelos en zonas de ladera; mejor desarrollo en suelos profundos con buena retención de humedad y de fertilidad media a alta; en suelos fértiles con la aplicación de riego produce abundantes cosechas. No presenta un buen desarrollo en suelos ácidos e infértiles, aunque prospera mejor en suelos pobres que los tipos ‘nobles’ de la caña de azúcar. No tolera suelos sujetos a inundación prolongada.
Manejo
Propagación y siembra. Si bien el king grass se puede propagar por semilla, la producción y germinación de ésta es baja, por lo que la propagación vegetativa, a partir de estacas y tallos enteros, es el sistema tradicionalmente empleado para la siembra. Las prácticas de cultivo son similares a las utilizadas con el Pennisetum purpureum (pasto elefante) o el Saccharum officinarum (caña de azúcar). Para lograr un buen establecimiento es preciso realizar una buena y profunda preparación del terreno para lograr un buen control de las malezas y garantizar las condiciones para que el material sembrado macolle bien; si es necesario, se deben aplicar correctivos y fertilizantes al momento de la siembra.
En terrenos mecanizables la siembra se realiza en surcos distanciados 75-92 cm y con una profundidad de 20-25 cm; las mayores distancias entre surcos (92 cm o más), permiten realizar la cosecha mecánica del cultivo. Se emplean estacas procedentes de tallos maduros, de 30-50 cm de longitud y con 2 ó 3 nudos; las estacas se colocan a chorro continuo en el fondo del surco o ligeramente inclinadas dejando un nudo expuesto, y se cubren con máximo 5 cm de suelo hasta que se produzca el ahijamiento; luego se rellenan los surcos mediante el cultivo entre hileras hasta que quedan a ras del suelo. Se recomienda emplear tallos con 90-120 días de edad. Para una apropiada densidad de siembra se requieren 3-4 ton/ha de tallos maduros, y el material se debe sembrar en las áreas que no estén expuestas a inundaciones prolongadas, por lo general en los terrenos ondulados y bien drenados. La siembra también se puede realizar con cepas o sembrando las estacas a 1 m en cuadro. En Venezuela se recomienda emplear de 1500 a 2000 kg/ha de tallos y de 900 a 1400 kg/ha de estacas.
Un ensayo realizado en el municipio de Piedras, Tolima, Colombia (800 msnm, 28°C de temperatura media anual, 1531 mm de precipitación promedia anual, 78% de humedad relativa), donde se evalúo la producción de forraje durante 3 cortes sucesivos, empleando 3 distancias de siembra entre surcos, 80, 90 y 100 cm, y 3 niveles de nitrógeno, 46, 69 y 92 kg/ha (2, 3, y 4 bultos de urea) después de cada corte, reporta los mayores rendimientos para la distancia de 80 cm para los 3 niveles de nitrógeno, con una producción promedia de 4.33 kg/m2 de forraje verde, y la interacción 80 cm y 69 kg/ha de nitrógeno presentó el mayor rendimiento con 4.468 kg/m2. No se encontraron diferencias significativas para los niveles de nitrógeno. El primer corte se realizó 5 meses después de la siembra y los 2 siguientes a intervalos de 7 semanas. Las aplicaciones de urea se realizaron fraccionadas 15 y 30 días después de cada corte.
En terrenos no mecanizables se debe sembrar en curvas de nivel a 75-100 cm de distancia para evitar problemas de erosión del suelo, especialmente en áreas con pendientes pronunciadas. La siembra se realiza al comienzo de la época de lluvias, pero si se dispone del riego suficiente para mantener las condiciones adecuadas de humedad del terreno se puede sembrar en cualquier época del año. De otra parte, se ha comprobado que la siembra del tallo sin la vaina favorece el rebrote y mejora las condiciones del establecimiento, así como el rápido ahijamiento de las yemas de la parte central de la planta, alcanzando mayor altura y rendimiento. Si al mes de la siembra se observan áreas despobladas en el terreno de cultivo, o con un crecimiento poco uniforme, es procedente resembrar dichas áreas removiendo el suelo y sembrando nuevo material. Para una mayor persistencia del cultivo, se recomienda realizar el primer corte cuando las cepas se encuentren bien desarrolladas, normalmente 3 a 5 meses después de la siembra, según sean las condiciones de crecimiento. Esta gramínea se ha cultivado con frecuencia en mezcla con el kudzú tropical (Pueraria phaseoloides), pero dado que el manejo de la mezcla debe ser muy cuidadoso para mantener un balance entre las especies, se recomienda sembrarlas preferiblemente por fajas o en áreas separadas.
Control de malezas. Bien establecida es muy competitiva con las malezas. En la etapa de establecimiento se puede realizar un control con azadón en los entresurcos del cultivo.
Fertilización. A pesar de la rusticidad de la especie la respuesta a la fertilización es muy positiva, especialmente al final de la estación de lluvias. Se considera que el king grass es una planta que por sus alta producción de forraje extrae gran cantidad de nutrientes, principalmente nitrógeno y potasio, y en menor proporción fósforo y otros elementos. Por lo general se siembra con un fertilizante completo de grado 10-30-10 o similar a razón de 200 a 400 kg/ha y una aplicación adicional de 100 a 200 kg/ha de nitrógeno durante la fase de crecimiento. En Cuba la aplicación de dosis crecientes de nitrógeno, hasta 400 kg/ha, favoreció el crecimiento de las plantas hacia los 45-60 días de edad, lo que se manifestó en un mayor rendimiento por corte; sin embargo, no hubo un efecto positivo del nitrógeno sobre el porcentaje de hojas a una misma edad, aunque éste disminuyó con la edad del forraje. Otros estudios recomiendan aplicar 400 kg/ha de urea fraccionados en cada corte, con una aplicación base de 100-200 kg/ha de fósforo (P2O5) y potasio (K2O) al momento de la primera cosecha a los 45 días. La aplicación de nitrógeno favorece a la gramínea del efecto nocivo del verano intenso al estimular su crecimiento, y bajo ciertas condiciones su aplicación periódica es equivalente al riego del cultivo propiamente dicho.
En cultivos establecidos en zonas escarpadas se debe considerar que la aplicación de abonos nitrogenados al comienzo de la época de lluvias puede producir pérdidas importantes del producto debido a su alta solubilidad (un gran volumen del producto puede ser arrastrado por el agua de escorrentía), de tal manera que la cantidad final disponible para el cultivo se reduce substancialmente. Por el contrario, la aplicación del fósforo y el potasio se debe realizar al comienzo de las lluvias ya que estos elementos requieren de adecuadas condiciones de humedad para poder ser asimilados por las plantas. En suelos ácidos se recomienda aplicar calfos (escorias Thomas) o fosforita huila, los cuales, además de establecer un mejor equilibrio del pH del suelo, también aportan al suelo el calcio (40%) y el fósforo (14-22%) necesarios, éste último, generalmente en cantidades deficientes en esta clase de suelos. También se reportan buenos resultados con la aplicación de abonos orgánicos como la gallinaza, la porquinaza y el estiércol de bovinos. Como regla general, la aplicación de fertilizantes y la frecuencia, se debe determinar a partir de un análisis previo del suelo o análisis de tejidos.
Riego. Responde favorablemente a la aplicación de riego, especialmente en las épocas de sequía. El riego durante estas épocas evita una disminución drástica en la producción de forraje y en el valor nutritivo. Así mismo, la aplicación de riego permite disminuir el tiempo entre cortes y aumenta el número de cosechas al año.
Ordenación del pastoreo. Aunque esta gramínea a mostrado cierta resistencia al pisoteo, el aprovechamiento económico óptimo se logra cuando se corta para suministrarla picada al ganado como forraje verde. Su cultivo y explotación es muy similar al del P. purpureum. Se puede cosechar con frecuencia, y si se fertiliza y riega, los ahijamientos (tallos inferiores y raíces) producen numerosas cosechas de retoño. En zonas cálidas el primer corte se puede realizar 4-6 meses después de la cosecha, y los siguientes cada 45-50 días (si cuenta con suficiente humedad) cuando las plantas alcanzan 1-1.5 m de altura, lo que permite obtener un forraje tierno y de calidad satisfactoria. Según sean las características bioclimáticas reinantes de cada región y las condiciones de manejo, se pueden obtener después del corte de establecimiento de 4 a 7 cortes al año. En las épocas de verano la producción disminuye y los períodos de recuperación se incrementan a 60-90 días, dependiendo de la posibilidad de aplicar riego.
En Cuba se ha establecido que la mejor altura de corte está entre 10 y 17 cm cuando se realiza con machete, y a 10 cm cuando la labor se realiza con máquina; de esta forma se evita que se arranquen las cepas y la recuperación es más rápida. Sin embargo, un estudio realizado en Ibagué, Tolima, Colombia, no reporta diferencias significativas en la producción de forraje cuando se cortó a 10 cm y a ras del suelo.
Esta gramínea se recomienda para todo tipo de explotación ganadera, suministrada como forraje verde o ensilado; en este caso, se debe aprovechar el final de la estación lluviosa para poder utilizar los rebrotes en el verano, época en que la disponibilidad de forraje para el ganado en producción es escasa. En el caso de permitir un pastoreo normal de la gramínea es conveniente que después que los animales consuman las partes tiernas de las plantas, los tallos sobrantes se corten o guadañen a ras de tierra para que los nuevos rebrotes emerjan con el vigor necesario; con esta práctica se evita el debilitamiento de la planta causado por el rebrote de las hojas que emergen de los nudos del tallo que quedan sin cortar. Se reporta un buen ensilado con king grass de 4 a 6 meses triturado y con la adición de 9 lt de melaza por tonelada; la mezcla fue de un color marrón ácido. En Madagascar la gramínea también se usa para ensilado.
Producción
Calidad del forraje y producción. La calidad del forraje de esta gramínea se considera aceptable y similar a la de otras gramíneas forrajeras tropicales. En Surinam se registró un contenido de proteína cruda de 8.3%; el análisis por componente registró un contenido de 9.5% para las hojas y de 5.3% para los tallos; la digestibilidad de la proteína cruda fue de 77%. Otros estudios reportan un alto contenido de fibra cruda para el forraje, 34.6%, y en Trinidad para la materia seca se han registrado contenidos de proteína cruda de 9-10%. Con la aplicación de fertilizantes nitrogenados es posible incrementar el contenido de proteína del forraje.
En Ibagué, Tolima, Colombia, un estudio realizado para evaluar el valor nutritivo de la gramínea a diferentes edades, estableció que la materia seca fue creciente desde 23.32% a los 35 días, hasta 34% a los 63 días, tendencia usual en los forrajes; el mayor contenido de proteína se presentó a los 35 días con 13.24%, disminuyó hasta el 8.09% a los 56 días, y hasta 7.2% a los 63 días. En este último caso el contenido de proteínas fue inferior al nivel que usualmente se considera como el mínimo para satisfacer las necesidades del ganado de carne (8%). El extracto etéreo fue mayor a los 35 días con 5.64%, y el menor valor se registró a los 63 días con 3.6%, el cual, sin embargo, satisface las necesidades de los rumiantes. La fibra cruda a los 35 días fue de 27.67% y a los 63 días alcanzó un valor máximo de 32.08%. Los valores medios de ceniza fueron de 11.62% a los 35 días, 9.35% a los 42 días, hasta alcanzar el valor de 12.52% a los 63 días. Los extractos libres de nitrógeno fueron variables; el máximo valor promedio, 46.02%, se registró a los 56 días, y disminuyó a 44.27% a los 63 días. Los nutrientes digestibles totales pasaron de 72% a los 35 días a 59.9% a los 56 días. El contenido máximo de calcio coincidió con el mínimo del fósforo a los 42 días, y lo opuesto se presentó a los 56 días. En las condiciones bajo las cuales se desarrolló el estudio se concluye que a medida que el contenido de proteínas y los nutrientes digestibles totales disminuyen con la edad del forraje, el contenido de fibra cruda aumenta, y por lo tanto, el período más adecuado para el aprovechamiento se encuentra entre los 42 y 56 días de edad.
Otros ensayos realizados en el Valle del Cauca, Colombia, bajo condiciones de fertilidad y humedad adecuadas, y con cortes realizados cada 45-60 días, reportan una producción de 10-14 ton/ha de materia seca por corte, equivalentes a 50-70 ton/ha de forraje verde. En el municipio de Piedras, Tolima, Colombia, cultivos sembrados en surcos distanciados 80 cm, registraron una producción promedia para 3 cortes de 9 ton/ha de materia seca, equivalentes a cerca de 45 ton/ha de forraje verde; con la aplicación de 46, 69 y 92 kg/ha de nitrógeno, y con cortes cada 7 semanas, se reportan producciones de 37, 40 y 41 ton/ha de forraje verde por corte, respectivamente.
Otros estudios señalan que con la aplicación de 200 kg/ha de un fertilizante completo de grado 10-30-10, al momento de la siembra, y 60 kg/ha de urea después de la siembra, se registró un rendimiento en un período de 200 días de 54.4 ton/ha de materia seca, mientras el testigo sin fertilizar registró una producción de 36.4 ton/ha. Con la aplicación de 150 kg/ha de cal, 100 kg/ha de nitrógeno y 44 kg/ha de fósforo en un suelo ultisol, se obtuvo una producción anual de 44.7 ton/ha de materia seca. En Fiji se registró para un corte un total de 37 ton/ha de forraje fresco, el cual estaba compuesto por un 93.9% de hojas. En suelos ácidos y orgánicos de clima frío, la producción anual se reduce a 3-4 cortes, con la consecuente disminución de la producción.
La literatura no reporta algún efecto tóxico en el ganado debido al consumo de esta gramínea.
Análisis bromatológicos
Producción animal. Debido a la calidad moderada del pasto, la producción de carne y/o leche del ganado alimentado exclusivamente con king grass es baja, por lo que es necesario suministrar suplementos energéticos y proteicos. Con frecuencia se suministra melaza y urea, en ocasiones mezcladas con gallinaza, y en menor grado se utilizan los concentrados. El ganado también se puede suplementar con leguminosas como el kudzú (Pueraria phaseoloides) o la leucaena (Leucaena leucocephala), en algunos casos a través de los bancos de proteína y en otros con la mezcla en el campo de king grasskudzú que realizan algunos ganaderos, pero que implica un manejo adecuado para obtener un buen balance gramínea-leguminosa. Por lo general se considera mas aconsejable sembrar por franjas o en áreas separadas las especies involucradas. En Cuba se han obtenido producciones de leche de 4.42 kg/día en vacas 3/4 Holstein x 1/4 Cebú estabuladas y alimentadas con ensilaje de king grass de mala calidad, paja de caña y bagacillo miel/urea, pero suplementadas con sal común y bloque multinutricional.
Semillas y producción. El king grass produce semilla fértil con muy bajo poder de germinación, generalmente en un rango que oscila entre el 10 y 18%.
Plagas y enfermedades. En general esta gramínea no es afectada por plagas o enfermedades de importancia económica. Se reporta susceptible al tizón, Ustilago scitaminea, de importancia en el sudeste de Asia y Sudáfrica; los síntomas se manifiestan por la emergencia del centro de las hojas enrolladas de unos órganos parecidos a un látigo; la mayoría de cañas nobles son altamente resistentes o inmunes, pero muchas formas de Saccharum spontaneum y S. barberi, también son susceptibles. Esta gramínea se reporta resistente al mosaico, la enfermedad virosa más ampliamente distribuida de S. officinarum. Gracias al mejoramiento de cv. resistentes el mosaico en la actualidad no representa una seria amenaza. Se ha mejorado la resistencia de las cañas nobles con retrocruces con S. sinense, S. barberi, y S. spontaneum.
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Referencias
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