Hierbas medicinales, hongos y frutos silvestres recolectan en predios de Forestal Arauco familias que están organizadas en el emprendimiento “Deshidratados Cuyinpalihue”.
Fresia Antileo aprendió en su niñez, de sus ancestros mapuche, cómo recolectar y los secretos del secado. Dice que es un conocimiento que entre su gente llega con la vida misma. Transmitió el saber a sus hijos y ellos, junto a otros integrantes de la comunidad adecuaron sus usos a los adelantos tecnológicos y exigencias de los mercados actuales. Sonia Carrasco, Flor y Lidia Paillao son, junto a Fresia, las cabezas de la agrupación Deshidratados Cuyinpalihue.
Zarzaparrilla, palo santo, oreganillo, menta negra, sanguinaria de loma, boldo, llantén y romero son algunas de las hierbas medicinales que recolectan, así como maqui, murta, calafate y otros frutos. También nalca y hongos, entre ellos digüeñes, changles y callampas.
Aunque en los últimos años cambiaron completamente el modo de trabajar. “Recogíamos hierbitas para el consumo y colectábamos para vender, pero eso se lograba sólo dos meses al año. Nos aconsejaron buscar programas que apoyaban actividades como la nuestra, pero fue complejo asociarnos. Así y todo lo logramos”, explica Sonia.
Las recolectoras firmaron un convenio con Forestal Arauco y esta alianza nos da la facilidad para ingresar a los predios para extraer de manera adecuada cada uno de los productos que necesitamos”.
Para Sonia, las ventajas de haberse agrupado se manifiestan en el apoyo que les presta la forestal, así como el acceso a programas del Estado, que les han permitido contar con sede, hornos, local de venta y otros elementos que exige la autoridad sanitaria para la venta en Chile y exportación de los productos.
“Antes íbamos a pie a los bosques, con carretillas de mano y a veces una carreta. Ahora tenemos vehículos y en nuestros hogares hay más comodidades y financiamos teléfono e internet, imprescindibles para una organización como la nuestra. Todo es fruto de habernos unido, de apoyos que obtuvimos gracias a ello y mucho trabajo”, comenta la dirigente.
Un día en el bosque
Primavera-verano es la época más indicada para que las y los recolectores salgan a recoger los llamados Productos Forestales no Maderables. Parten alrededor de las 15 horas, después de hacer las labores del hogar y haber encendido y mantenido caliente los hornos desde las 9 horas.
Flor Paillao es una de las jóvenes que aprendió después que su familia llegó a radicarse al sector. “Quise salir desde los 14 años, para aprender y tener algo de dinero. Las mamás nos enseñan, pero igual se va aprendiendo más en las salidas. Buscamos los chorrillos, a veces solo lo oímos debajo de las matas y decimos ´ahí tiene que haber algo medicinal´”.
A ella y a Lidia, además de gustarles recolectar porque es su trabajo, les agrada “el silencio de estos lugares, oír los pajaritos, el sonido del agua entre las hojas…”. Sonia agregó que “es sacrificado salir lejos de la casa, caminar hacia adentro de la cordillera, andar mucho, pero esto es una cadena: después viene el corte, el secado, el envasado e ir a la feria y en todo momento ponemos amor. Amamos esto, viene de nuestros antepasados, de nuestras machis, de nuestros lamngen (hermanos/hermanas)”.
Fresia impulsó otros encadenamientos del quehacer ancestral. Destinaron un espacio de su terreno para cultivar toda especie de hierba medicinal que logran reproducir y así tienen ruda, hinojo, zarzaparrilla y otras, además de numerosas verduras que también deshidratan.
Red de recolectores
Katherine Coppelli, encargada de Asuntos Comunitarios de Forestal Arauco Zona Centro, explica que este grupo pertenece a la Red de Recolectores del Bosque, programa que comenzó en 2012 con la idea de apoyar vecinos de predios de la forestal con capacitaciones y convenios que les permitieran ingresar libremente a los predios de la empresa desde el sur de la Región de O´Higgins hasta Los Lagos, con el fin de recolectar hierbas medicinales, hongos y frutos del bosque.
“Tenemos 20 convenios, lo que implica alrededor de 650 personas participando. Los apoyamos para que se asocien porque así pueden realizar otros tratamientos a los frutos que sacan del bosque, agregar valor y obtener mayores beneficios”, explica.
Este trabajo se realiza con el Taller de Acción Cultural (TAC) que dirige Verónica Salas, quien Verónica Salas menciona un largo listado de beneficios para los recolectores, pasando por los precios pues antes de agruparse y capacitarse vendían en verde, máximo 3 ó 4 meses al año, a razón de $200 por kilo de boldo. Ahora pueden entregarlo a $5.000 a granel y $15.000 envasado.
“Me parece importante que una actividad consuetudinaria va resurgiendo con nuevas fuerzas, que es un trabajo con dimensiones culturales, laborales, ambientales y sociales; una posibilidad de aprovechar la riqueza de la flora chilena; un aporte a la soberanía alimentaria y una real alternativa de trabajo con proyecciones a futuro”, subraya.
Plantaciones y bosque nativo
La mecánica de cómo se relacionan plantaciones y recolección se explica porque en los bosques de eucalipto o pino también hay quebradas en las que corre agua (chorrilos). Eso es una Zona de Protección en la que la empresa no puede hacer ningún tipo de intervención y allí se regenera el bosque nativo que ofrece muchos tipos de hierbas y frutos que recolectan las integrantes de la Red.
Sin embargo, la actividad se realiza en forma mixta, prácticamente mitad y mitad, en bosque nativo y en plantaciones porque en esos bosques también crecen hierbas y hongos; de hecho la callampa del pino es de gran interés por su uso en gastronomía, así como callampas, oreganillo, zarzaparrilla, quintral del maqui, que son algunas de las especies que crecen enredadas en árboles de plantaciones forestales.
Productos no maderables
Los Productos Forestales No Maderables en Chile han experimentado un crecimiento importante, en el mercado interno e internacional. En los últimos 20 años se registraron montos que han superado los US$ 80 millones y han sido exportados a más de 58 países en el mundo.
Según cifras del Infor, entre enero y octubre de 2014, se exportaron más de US$ 67 millones. Los productos que registraron un mayor aumento en sus ventas fueron los hongos y las hierbas, con 22% y 68% de variación respectivamente. Los productos más relevantes son los frutos de rosa mosqueta, hongos de bosques naturales y plantados, hierbas medicinales, frutos como maqui, murta y calafate, extractos y aceites esenciales naturales, entre otros.
Aporte global
Katherine Copelli, considera que el mérito de la asociación con los recolectores es hacer un trabajo sustentable, ver el bosque como un mundo en que todos tenemos que abastecernos: recolectores, pequeños propietarios, vecinos y empresa, contribuyendo así a la sustentabilidad del territorio.