
La bioenergía es la energía más utilizada en Suecia, con 136 TWh/año (terawatios hora), lo que supone un 31,6 % del mix energético. El país nórdico ha desarrollado maquinaria forestal para el aprovechamiento de la biomasa y ahora los fabricantes de maquinaria tratan de hacer más competitiva a la bioenergía. ¿Por qué?
Renovación tecnológica
El aprovechamiento rentable de los residuos y productos forestales para bioenergía pasa por una renovación de las tecnologías forestales: las operaciones deben ser eficientes económicamente y para ello la maquinaria forestal debe simplificarse y hacerse versátil. Esta eficiencia debe procurar también un biocombustible adaptado a las necesidades del usuario: debe ser limpio, seco y tener una buena logística. Por ello, la planificación y la formación de los operarios es fundamental y todas las herramientas tecnológicas disponibles en el mercado, deben adaptarse y utilizarse.
Los árboles de pequeño diámetro son un recurso que, por descuido en el seguimiento de la planificación forestal o por falta de rentabilidad en la operación (claras, clareos, entresacas), se ha ido acumulando en muchos lugares, dando lugar a una cantidad de biomasa importante, aunque difícil de aprovechar y causante de incendios. El escaso volumen unitario de los pies hace que la corta y el apilado supongan hasta el 80% del coste de su aprovechamiento.
Comunicación entre campo y oficina
El Instituto de Investigación Forestal de Suecia, Skogforsk, ha montado un sistema de comunicación entre el campo y la oficina, por el que la procesadora va enviando a la oficina, en tiempo real, una serie de datos ‐tipo de árbol, cantidad de residuos que va acumulando, localización, etc‐ que son analizados en el momento para tratar de optimizar los costes del aprovechamiento. Con las indicaciones desde la oficina se está logrando reducir el coste del aprovechamiento entre el 5 y el 15%.
Es necesario que las máquinas sean capaces de procesar varios pies en el mismo ciclo. Por ejemplo, si en lugar de un pie cada vez que trabaja el cabezal, fuera capaz de intervenir sobre 6, los costes se reducirían a un 50%. Sería un éxito si se pudiera llegar a procesar 4 o 5 árboles al tiempo.
Por otra parte, el control de costes en el aprovechamiento forestal con cabezales acumuladores, autocargadores-compactadores y astilladoras móviles que astillan a pie de pista en lugar de en el monte, es una tendencia general que se está viendo en los montes suecos.
Fuente: Energy News.