
En un mundo donde la sostenibilidad y la responsabilidad social son cada vez más importantes, proyectos como Amarar destacan por su innovación y compromiso con el medio ambiente y la comunidad. Bajo la dirección de Francisco Cifuentes, coordinador de esta iniciativa inspiradora, se presenta un viaje hacia la transformación de la madera local y su impacto positivo en la sociedad.
Con setenta toneladas de madera, Amarar tiene el potencial de crear hasta cien muebles, revelando así la eficiencia y el valor de este recurso. Más allá de la mera producción, este proyecto se basa en la historia y la identidad de Mallorca, utilizando el pino local, una madera que ha sido históricamente infravalorada pero que, con el tratamiento adecuado, ofrece resultados sorprendentes.
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El proyecto también tiene un componente social profundo. La fundación Esment, comprometida con el bienestar de las personas con discapacidad intelectual, no solo adquiere estos muebles para sus instalaciones, sino que también involucra a sus usuarios en el proceso productivo. Desde aplicar protección de aceite hasta participar en el montaje y el acabado, Amarar crea oportunidades significativas de empleo y empoderamiento para aquellos que a menudo son marginados en la sociedad.
El proyecto comenzó con un tornado
La génesis de Amarar se remonta al devastador tornado que golpeó la zona de Banyalbufar en agosto de 2020. Este desastre natural, que arrasó cientos de hectáreas y derribó cientos de miles de árboles, fue el catalizador de un cambio radical en la forma en que se veía y se utilizaba la madera local. Así nació Amarar, con el objetivo de dar nueva vida a estos árboles caídos y contribuir a un modelo de producción más sostenible y respetuoso con el entorno.
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El nombre «Amarar» refleja la esencia misma del proyecto: la recuperación de técnicas ancestrales locales en el tratamiento de la madera, utilizando la inmersión en agua para mejorar su estabilidad y durabilidad. Esta combinación de tradición e innovación se refleja también en el diseño de los muebles, donde las uniones exclusivamente de madera nos transportan a técnicas que se remontan al pasado, pero con una visión renovada para el futuro.
Amarar no es solo un proyecto, es un compromiso con la comunidad, el medio ambiente y la preservación de la identidad local. Con cada mueble creado, se teje una historia de resiliencia, inclusión y sostenibilidad. A través de la colaboración entre Aulets Arquitectos y Carpintería Galmés, Amarar nos muestra el poder transformador de la madera y cómo, con un enfoque creativo y consciente, podemos construir un futuro más brillante para todos.
Fuente: Aulets