Foto: Planeta Marcela
Más de 100 países incluyeron medidas relacionadas con el cambio del uso del suelo y los bosques en sus contribuciones determinadas a nivel nacional para combatir el cambio climático.
- La inversión en los bosques podría reducir la pobreza, impulsar el desarrollo sostenible y proporcionar servicios ambientales fundamentales a nivel local y mundial.
- El Grupo Banco Mundial respalda iniciativas forestales en Etiopía, la República Democrática del Congo y Mozambique que pueden ayudar a estos países a lograr sus objetivos climáticos y de desarrollo.
Tras la entrada en vigor del Acuerdo de París la semana pasada, los negociadores en la reunión de la ONU sobre el clima (COP22), que se realiza en Marruecos, se ocupan de las reglas y pautas específicas que transformarán los compromisos de París en acciones concretas. Lograr los objetivos del acuerdo, se necesita un fuerte énfasis en la protección, restauración y gestión sostenible de todos los tipos de bosques.
La deforestación, la degradación forestal y el cambio en el uso del suelo son responsables de cerca del 12 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta. De manera que es evidente que los bosques tendrán una función crucial en los esfuerzos de los países por cumplir sus contribuciones determinadas a nivel nacional para combatir el cambio climático. El Grupo Banco Mundial respalda la labor que realizan los países para conseguir esas metas y enfrentar los impactos del cambio climático a través de sus programas forestales.
El mes pasado, la Iniciativa sobre Paisajes Forestales Sostenibles del Fondo del Biocarbono (ISFL, por sus siglas en inglés) (i) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), (i) la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado, (i) firmaron su primera alianza público-privada con Nespresso. La ISFL proporcionará USD 3 millones a través de IFC a Nespresso para apoyar actividades de capacitación implementadas por la organización sin fines de lucro TechnoServe en Etiopía.
A través de este programa, 20 000 agricultores recibirán capacitación sobre normas de producción y procesamiento sostenibles de granos de café durante dos años. También se entregará asistencia para mejorar las operaciones de 77 molinos que aplican el método húmedo para transformar las cerezas de café en granos y producir el café de manera sostenible. El histórico acuerdo será complementado con un préstamo de USD 3 millones otorgado por IFC.
Como parte del acuerdo con IFC, el proyecto apoya la plantación de árboles de sombra en los cafetales, lo que ayuda a mantener microclimas en que el café crece bajo temperatura más frescas, aumentando a su vez la productividad. Los nuevos árboles de sombra pueden también restaurar zonas degradadas al reducir la erosión del suelo, proporcionar hábitats para una mayor variedad de especies, y mejorar la retención del agua. Y el secuestro de carbono en los troncos, las ramas y las hojas también ayuda a combatir el cambio climático. Los resultados de esta labor beneficiarán a los agricultores, y también servirán para reducir la presión que existe sobre los bosques y no ser destinados a fines agrícolas.
En conjunto con el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por sus siglas en inglés), (i), la República Democrática del Congo (RDC), que cuenta con el segundo bosque tropical más grande del mundo, presentó en junio el primer programa de este tipo a gran escala para frenar la pérdida de bosques y mejorar los medios de subsistencia de los pueblos indígenas y las comunidades locales. La labor se concentra en la reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (un mecanismo conocido como REDD+) mediante la entrega de financiamiento basado en resultados. Con este programa, la RDC manifestó su compromiso de cumplir con las metas climáticas nacionales enmarcadas en el Acuerdo de París.
La iniciativa de la RDC, en la región de Mai Ndombe, abarca un total de 12,3 millones de hectáreas (9,8 millones de las cuales son bosques), y se centrará en actividades para enfrentar la agricultura de “corte y quema”, la producción de carbón vegetal y la tala ilegal, junto con otros factores que impulsan la deforestación. La colaboración con los habitantes de los bosques, las ONG y las comunidades locales ha sido un aspecto importante durante el proceso de diseño de la iniciativa, y los planes de consulta han sido aprobados por estos grupos para garantizar la participación activa en la toma de decisiones.
En Mozambique, una cartera integrada de inversiones en bosques y paisajes ayuda a generar empleos y mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades rurales, cumpliendo al mismo tiempo con los compromisos de reducir la deforestación en un 40 % y restaurar 1 millón de hectáreas de bosques y suelos degradados. El Proyecto de gestión de las zonas de conservación de la biodiversidad y fomento del desarrollo de Mozambique, (i) conocido como MozBio, fortalece la conservación de la biodiversidad, creando al mismo tiempo medios de subsistencia sostenibles para las comunidades locales y aumentando las oportunidades en el sector del turismo. El Proyecto de gestión agrícola y de los recursos naturales de Mozambique (i) ayuda a las comunidades rurales a obtener títulos de propiedad sobre la tierra, generar cadenas de valor, aumentar el acceso al mercado y restaurar las tierras degradadas, beneficiando a más de 20 000 familias, y en particular a las mujeres.
Una inversión del Programa de Inversión Forestal, (i) un mecanismo de financiamiento de los fondos de inversión en el clima, ayudará a enfrentar temas complejos relacionados con la gestión del sector forestal y combatir la tala ilegal, fuente del 90 % de toda la madera que se comercializa. Estas inversiones en conjunto, que representan USD 140 millones, transformarán los paisajes de Mozambique. Las reducciones de las emisiones de carbono serán recompensadas con pagos basados en resultados a través del Programa de gestión integrada del paisaje en Zambezia. (página en portugués)
La inversión en los bosques y los árboles podría reducir la pobreza, impulsar el desarrollo sostenible y proporcionar servicios ambientales fundamentales a nivel local y mundial que son importantes para nuestro planeta. Y, aunque todavía existen muchas incógnitas acerca de cómo las metas climáticas presentadas en París se lograrán en las próximas décadas, estos países muestran que tomar medidas en el ámbito forestal ahora es un primer paso importante.
Fuente: Banco Mundial