Las plantas de biomasa dedicadas son plantas diseñadas específicamente para usar biomasa como combustible. A menudo usan combustibles de bajo costo como virutas de madera y, en algunos casos, subproductos agrícolas como la paja.
El informe 2014 Global forest products facts and figures de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) vuelve a demostrar que los pélets tienen buena parte de la culpa de la recuperación del comercio mundial de madera. Siguen dominando la leña y el carbón vegetal en el ámbito de la bioenergía, pero los crecimientos más notorios se dan entre los biocombustibles densificados. Las cifras corresponden a 2014, año en el que aumentó un 16% la producción con respecto a 2013, alcanzando los 26 millones de toneladas, más de la mitad centrada en Europa.
La 10ª edición del Congreso Internacional de Bioenergía, organizado por AVEBIOM, ha permitido que más de 150 profesionales de la biomasa hayan accedido a la última información disponible necesaria para adaptar sus negocios a los requisitos regulatorios y de desarrollo de mercado, que ya están a la vuelta de la esquina.
Se podría decir que equivale a todo lo que exporta España en un solo año, pero la comparación no sería del todo acertada. Los números de producción y exportación/importación de pélets que se manejan entre Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido están fuera de la órbita doméstica que domina en España y otros países de la UE. Tanto los países norteamericanos como el del norte de Europa llevan años batiendo todos los récords en el ámbito del pélet industrial, de ahí la llegada del carguero desde la Columbia Británica (Canadá) a Immingham (Reino Unido).