Este año la construcción en madera en Chile dará un importante paso adelante con el inicio de un ambicioso proyecto de edificación en altura a cinco años plazo, en el que participan Arauco, Arch Quimetal, CMPC, JCE, LP Chile y Volcán, junto a la Pontificia Universidad Católica. El proyecto resolverá las brechas actuales para construir en madera de las áreas de la norma sísmica y estructural de la OGUC (Ordenanza General de Urbanismo y Construcción), y los detalles constructivos para construir con este material edificios de viviendas de cuatro a seis pisos. “Lo más interesante será la transferencia y prestación de servicios, para que los desarrollos sean rápidamente traspasados a la industria”, admite Francisco Lozano, presidente de Madera 21 (ex CTT), entidad dependiente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) que fomenta y promueve la construcción en madera en el país.
Se trata de un avance significativo si se considera que la norma chilena de construcción impone una restricción en cuanto a la resistencia sísmica, que exige a las edificaciones en madera la misma rigidez que a las de hormigón, en circunstancias que la madera es un material mucho más flexible, lo que limita a estas edificaciones a no tener más de tres pisos en cuanto a grado estructural, humedad, dimensiones y tratamiento de preservación que deben tener los materiales de construcción.
“Para lograr la rigidez requerida del material hay que combinar la madera con hormigón para que el edificio sea rígido y se sostenga para efectos dinámicos”, explica el arquitecto y profesor Martín Hurtado. “Si además se aplica la norma sísmica, la normativa impide construir en altura en madera, porque se requiere una estructura extremadamente rígida, que no vale la pena llevar a cabo en madera. Algo completamente distinto sucede en países desarrollados como Suiza, donde recientemente se hizo un edificio de 10 pisos íntegramente de madera a la vista”.
En un país forestal como Chile llegamos a un modesto 19% de construcción en madera, según Francisco Lozano. Si bien la cantidad de proyectos materializados en madera en Chile, especialmente madera laminada encolada, ha aumentado considerablemente en la última década, sigue siendo una proporción bajísima en comparación al número total de proyectos construidos. Francisco Lozano cree que se debe a un desconocimiento del material entre los profesionales que proyectan y diseñan las estructuras. “Aunque son cada vez más los arquitectos que proyectan en madera, faltan más ingenieros especializados”, afirma. “El diseño estructural requiere conocer el material y cómo resolver las uniones y conexiones, y en el mercado solo recientemente están disponibles conectores y fijaciones de alto desempeño. Es difícil que un equipo de profesionales que no domina a cabalidad un material lo promueva a sus clientes”.
Mario Wagner, de Inge-Wag, añade que falta una acción de promoción mancomunada de las distintas empresas que suministran los productos de madera en el mercado. “También están las exigencias desproporcionadas de resistencia al fuego que imponen muchos revisores municipales para aprobar proyectos de madera, que en países desarrollados serían aprobados sin cuestionamientos”.
Fuente: Lignum