
Foto: Laura Sofía Naranjo Cabezas
Las leguminosas se presentan como una alternativa eficaz para fertilizar pastos ornamentales de manera natural, gracias a su capacidad para fijar nitrógeno en el suelo. Esto fue evidenciado en una investigación llevada a cabo en el campus El Volador de la UNAL Medellín, la cual sugiere reducir el uso de fertilizantes sintéticos nitrogenados en áreas urbanas, promoviendo así prácticas más sostenibles. Además, este estudio sienta las bases para futuras investigaciones sobre el aprovechamiento de recursos biológicos y genéticos de plantas y microorganismos.
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En la agricultura convencional, los fertilizantes sintéticos son ampliamente empleados, y muchos de ellos contienen nitrógeno, un nutriente clave para el crecimiento de los cultivos. Sin embargo, su aplicación excesiva o inadecuada provoca que gran parte de este nitrógeno se libere a la atmósfera en forma de óxido nitroso, un gas de efecto invernadero que las plantas no pueden absorber. Este fenómeno representa un problema ambiental significativo, ya que, como señala Juan Carlos Pérez Naranjo, profesor del departamento de Geociencias de la Facultad de Ciencias de la UNAL Medellín, en áreas como campos de golf o zonas verdes deportivas, se suele aplicar hasta diez veces más nitrógeno del recomendado, sin un criterio claro sobre su uso adecuado. Esto contribuye a emisiones elevadas de gases contaminantes en entornos urbanos.
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A diferencia de los pastos, las leguminosas no dependen de fertilizantes nitrogenados debido a que, en sus raíces, albergan bacterias capaces de capturar el nitrógeno atmosférico y convertirlo en una forma utilizable para otras plantas cuando estas se descomponen en el suelo. Esta característica las convierte en una opción prometedora para la fertilización natural. En el campus El Volador, se observó que en áreas donde las leguminosas crecen junto a pastos, estos últimos presentan un follaje más verde y saludable, indicando una fotosíntesis y nutrición óptimas. Este hallazgo refuerza la idea de que las leguminosas podrían ser clave para reducir la dependencia de fertilizantes sintéticos en espacios urbanos.