Los bosques tienen un doble papel en la mitigación del cambio climático:
La vegetación, gracias a su capacidad de realizar la fotosíntesis, es capaz de generar materia orgánica y energía química a partir del CO2 atmosférico, agua y luz. Por este motivo, los bosques se consideran sumideros de carbono, pues en estas formaciones se acumula más CO2 del que emiten de forma natural.
Por otra parte, los bosques pueden ser considerados como emisores de CO2 a la atmósfera cuando:
- Se producen incendios
- Se producen plagas y/o enfermedades
- Inundaciones y otros fenómenos meteorológicos como sequías o nevadas extremas
- Deforestación
- Se extrae madera/leña
- Cuando se realiza una gestión inadecuada
Por estos motivos, es necesario que se realicen intervenciones destinadas a la adecuada gestión y conservación de los bosques, con la finalidad de potenciar y maximizar la capacidad de secuestro de carbono de nuestros bosques.
Almacenes de Carbono
El carbono almacenado en los sistemas forestales se produce en diversos almacenes:
Biomasa viva
Biomasa sobre tierra: Toda la biomasa viva sobre el suelo, incluyendo tronco, ramas, corcho, semillas, hojas y tocones.
Biomasa bajo tierra: Toda la biomasa de las raíces vivas. Las raíces finas de menos de 2mm de diámetro son, a menudo, excluidas por su proceso continuado de degradación-regeneración.
Materia Orgánica Muerta
Madera muerta: Toda la biomasa no viva, aparte de la hojarasca. Incluye madera sobre la superficie, raíces muertas y tocones mayores o iguales a 10 cm de diámetro.
Hojarasca (litter): Incluye toda la biomasa no viva de pequeño tamaño en varios estados de descomposición, sobre el suelo mineral u orgánico.
Suelos
Materia orgánica del suelo: Incluye carbono orgánico en suelos orgánicos y minerales.
Además se tiene en cuenta como almacén de carbono:
Carbono en productos
La reducción de emisiones debida a la disminución en el consumo de energía que se produce al utilizar la madera producida en vez de otras materias primas que conllevan mayores gastos energéticos
El carbono que queda almacenado temporalmente en los productos madereros, ya sean de larga duración -muebles, vigas para construcción, ventanas, etc. o de corta duración, fundamentalmente papel y cartón.
Carbono ahorrado por sustitución de combustibles fósiles
El carbono equivalente a los combustibles fósiles que son sustituidos por biomasa procedente del bosque.
En la siguiente gráfica, extraída del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, podemos observar el secuestro de carbono en un sistema forestal, gestionado para potenciar la capacidad de sumidero. En ella se refleja:
- La sustitución de combustibles fósiles por biomasa forestal (azul)
- La reducción de emisiones relacionada con la sustitución de productos de madera en lugar de otros como plástico, con mayor consumo energético (morado)
- El CO2 almacenado en los productos de madera de larga vida útil (muebles, vigas, etc.) (violeta)
- El CO2 almacenado en productos de corta duración como papel y cartón (rosa)
- El CO2 de estos productos que acaba en vertedero (rojo)
- El CO2 almacenado en la biomasa viva (verde)
- El CO2 almacenado en la materia orgánica muerta (naranja)
- El CO2 almacenado en el suelo (amarillo).