El Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió el pasado 20 de noviembre el Decreto 2022 relacionado con «licencias y permisos ambientales para Proyectos de Interés Nacional y Estratégicos, PINE», que en lo fundamental le resta competencias a las Corporaciones Autónomas Regionales (y de Desarrollo Sostenible) y se las traslada a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, en materia de expedición y renovación de otorgamiento de licencias y permisos para proyectos que se consideren de alto interés o estratégicos para el desarrollo del país.
Las críticas y comentarios han surgido desde distintas aristas: ¿ conviene que en manos de la ANLA se desentraben procesos que en ocasiones resultaban complejos y absurdos en las oficinas de las Corporaciones, en donde inclusive eran frecuentes los casos en que dos corporaciones distintas exigían requisitos diferentes para solicitudes similares, a veces al capricho del funcionario encargado; o el Decreto apunta a quitar del camino a las entidades regionales, mas contextualizadas y conscientes sobre los problemas ambientales de su área de influencia, para dar Patente de Corso a proyectos de infraestructura y minería, por ejemplo, que son del interés prioritario del Gobierno Nacional o de las empresas, quienes veían como un estorbo las exigencias a veces difíciles de cumplir pero sensatas de parte de las autoridades regionales ?
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Fuente: Colforestal
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