¿Del aplazamiento a la cancelación del EUDR?’

En la industria maderera, sabemos que la madera certificada es esencial porque demuestra que proviene de bosques bien gestionados. Marcas de calidad reconocidas como PEFC y FSC son ahora indispensables. Todos los que trabajan con madera en la cadena de suministro están certificados y, por lo tanto, parecen demostrar que hacen un buen trabajo.

Sin embargo, no basta con tener marcas de calidad; es necesario verificar que los productos adquiridos estén certificados según una marca de calidad específica. Esto también permite supervisar el flujo de salida de mercancías. En última instancia, ambos flujos deben estar alineados. Administrativamente, aún queda trabajo por hacer. El comerciante de madera o el procesador industrial deben mantener registros adecuados, y muchos temen el día del juicio final, la auditoría. A lo largo de los años, ha surgido una proliferación de empresas de auditoría para supervisar los flujos de mercancías.

Aunque el comerciante de madera se esfuerza por documentar y coordinar todo, todos somos conscientes de que debemos cuidar nuestro entorno natural. Las reconocidas marcas de calidad ya han llegado a los consumidores, y el consumidor promedio sabe lo que representan. Así que parece que todos estamos haciendo un buen trabajo.

El porcentaje de madera certificada (es decir, obtenida de forma no ilegal) que entra en los Países Bajos lleva años aumentando. Han llegado algunos envíos de madera cuyo origen es incierto, lo que plantea dudas sobre su legalidad. Es positivo que diversas autoridades supervisen estrictamente la madera y que se impongan sanciones si se detectan prácticas ilegales. Los políticos y Bruselas están muy ocupados implementando, haciendo cumplir y haciendo cumplir todas las regulaciones que elaboran. Las mismas normas se aplican a diversos tipos de madera, independientemente de su origen. Además del EUTR, que se centra en combatir la tala ilegal, el EUDR ahora incorpora un enfoque más exhaustivo, que exige trazabilidad con geolocalización y una declaración pública de diligencia debida para demostrar que los productos no proceden de zonas deforestadas. Además de la madera, esta ley también se aplica a la soja, el café y el aceite de palma. ¿Convertirá esto también al PEFC y al FSC en cosa del pasado? El EUDR va mucho más allá del EUTR, y con él su complejidad. Para cada tronco talado, debe ser posible demostrar dónde y cuándo se taló. En los bosques escandinavos bien gestionados, esto es bastante fácil de cartografiar y no se prevén problemas. Después de todo, décadas de evidencia han demostrado que los bosques están bien gestionados y que por cada árbol talado, se plantan varios más en su lugar. Por lo tanto, la industria no está preocupada y espera quedar exenta del EUDR. Los escandinavos observan con interés los acontecimientos de Bruselas ahora que se ha sabido que la fecha límite del 31 de diciembre de 2025 probablemente no se cumplirá. La normativa, tal como se redactó en Bruselas, está resultando difícil de implementar y se enfrenta a numerosos problemas en la práctica. Un aspecto pequeño pero importante es la automatización y los diversos sistemas que deben funcionar conjuntamente. En definitiva, se trata de un nuevo retraso, y cabe preguntarse si está dañando gradualmente la credibilidad del EUDR y si finalmente se abandonará.

Esta aportación proviene de un grupo diverso de profesionales del sector de la madera)

Por: Mark Dercksen
De Groot Houtagency