Mediante un convenio entre el Ministerio de la Vivienda y el Centro de Innovación en Madera UC-CORMA, se construirán conjuntos habitacionales de madera en seis regiones de Chile. Las obras comienzan el próximo mes con el desarrollo del piloto en Chañaral, para iniciar la construcción del primer barrio el primer trimestre de 2016. ¿La meta? Que haya uno en cada región del país.
Si bien la industria forestal chilena representa más del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y exporta anualmente más de US$ 6 mil millones a distintos mercados, es sabido que la madera es un material constructivo sustentable que, sin embargo, se subutiliza en el país. Según cifras de CORMA, sólo cerca de un 20% de las construcciones nacionales son realizadas en base a este recurso natural, muy por debajo de otros países productores, donde existe una amplia oferta de empresas dedicadas exclusivamente a entregar soluciones habitacionales en madera.
Para revertir esta realidad, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y el Centro de Innovación en Madera (CIM) de la Universidad Católica de Chile en alianza con la Corporación Chilena de la Madera, CORMA, firmaron un acuerdo que busca incentivar la utilización de la madera en la construcción de viviendas. Esta iniciativa tiene por ejes de trabajo la transferencia tecnológica que se traducirá en la creación de barrios ecosustentables en seis regiones del país y la mejora de las normativas vigentes en cuanto a construcción con este material.
La ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball afirma que “este convenio surge de un trabajo que estamos desarrollando hace un tiempo para incorporar nuevas tecnologías y nuevas materialidades en la construcción de viviendas sociales, haciéndonos cargo del desafío de la sustentabilidad que persigue un mayor bienestar para las familias, ahorro para el país y un mayor resguardo a nuestro ecosistema”.
Por su parte, el presidente de Madera 21 de CORMA, Francisco Lozano, manifestó que “una de las formas de ampliar el uso constructivo de la madera en el país, es impulsar el desarrollo de industria secundaria en madera, que permita generar una oferta de soluciones constructivas de acuerdo a las especificaciones solicitadas”.
Agregó que “a través de Corma incentivamos su uso y buscamos generar oportunidades para los futuros profesionales ligados al diseño, construcción e innovación y, a la vez, dar a conocer a la ciudadanía todas las bondades de la madera. Para esto, estamos trabajando en conjunto con las empresas: Arauco, CMPC, Louisiana Pacific, Arch Quimetal, JCE aserraderos y Pizarreño”.
Soluciones pioneras para la reconstrucción
En la búsqueda de generar desarrollos que impliquen un beneficio social, el trabajo mancomunado busca dar una solución constructiva a las familias damnificadas por el temporal que afectó a gran parte del norte chileno en marzo pasado, razón por la cual las primeras viviendas se erigirán en las zonas devastadas.
Por su parte, el director ejecutivo del CIM, Juan José Ugarte, afirma que en los 12 años de funcionamiento del centro han logrado importantes avances. Entre ellos destaca la generación de una nueva tecnología de muros y estructura para la construcción de viviendas industrializada en madera, lo cual les permite generar soluciones constructivas eficientes y de rápido progreso para dar solución a las necesidades de las personas afectadas. “Son viviendas industrializadas que se construyen en base a paneles y son montadas en terreno con una velocidad de avance de dos días por casa”, explica.
De esta manera, los planes son iniciar en noviembre la construcción de un piloto de tres pisos en la ciudad de Chañaral, “para iniciar las obras del primer barrio el primer trimestre del próximo año y entregarlo dentro del año 2016”, adelanta Ugarte.
Este proyecto no será el único, puesto que se busca replicar la iniciativa en las regiones del Maule, Biobío y O’Higgins. Al respecto, la jefa de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu, Jocelyn Figueroa Yousef, detalla que se creará otro barrio en El Salado, localidad de la provincia de Chañaral, en la Región de Atacama y “también se proyecta su implementación en otras seis regiones del país donde se espera generar barrios ecosustentables con tipologías de viviendas construidas en madera, que cumplan, al mismo tiempo, un efecto de demostración para las políticas habitacionales de cada lugar, y que permitan generar competencias, capacidades y una nueva industria asociada a viviendas sociales en madera”.
Entre los desarrollos destaca también el que se ubicará en la ciudad de Talcahuano, en la Región del Biobío, “donde se construirán 14 torres de madera de cuatro niveles con 140 departamentos para el sector El Morro, que consideran además huertos urbanos y áreas verdes, que unificarán la interacción de los vecinos de los conjuntos habitacionales con el medio urbano”, indica la representante del Minvu.
Por su parte, el director ejecutivo del CIM señala que “nuestra meta es dejar instalado un barrio por cada región de Chile y que su construcción implique la capacitación de mano de obra, desarrollar nuevas industrias y hacer transferencia profesional, labor en la cual nos está apoyando activamente Corfo”.
Junto con valorar estos desarrollos, la ministra Saball destaca que “la construcción de estos barrios es una muy buena noticia, porque a través de ellos valoramos la innovación que se ha logrado en el país en cuanto a materialidades para la construcción. Junto con ello, esta iniciativa permite acoger y proyectar el uso de un material tan nuestro, como es la madera, aportando un beneficio social evidente al ayudar a revertir el déficit habitacional, tanto en cantidad como en calidad; al mismo tiempo, suma un beneficio al desarrollo de nuestro país, al incorporar en el diseño y la materialidad de las viviendas, parámetros como la eficiencia energética”.
Innovar en las normativas
Potenciar la edificación en mediana altura es la meta que se ha planteado el CIM para el mediano plazo. Para ello están propiciando la creación de una normativa para poder construir edificios de hasta seis pisos en madera en el país, desarrollos que se están multiplicando en diversos países como España, Canadá o Inglaterra.
“Hoy existen edificios en madera de varios pisos en Valparaíso y otras ciudades, pero fueron realizados hace más de 80 años, tras lo cual se dejó de utilizar ese material en construcción en altura, por lo cual toda la innovación que se ha hecho en sistemas constructivos, ingeniería y normativa sísmica en estos años ha avanzado en los otros materiales y no en la madera”, comenta Juan José Ugarte. Es por eso que “se debe hacer un importante trabajo de actualización para adecuar esa norma a las nuevas tecnologías”, afirma.
En esta materia están trabajando -con el patrocinio de Corfo- para desarrollar un primer proyecto sobre el sistema tradicional de construcción y están en conversaciones con universidades tradicionales para realizar un segundo proyecto referente a sistemas tecnológicos más avanzados. Sin embargo, a juicio del presidente del CIM, el trabajo que urge es la actualización de la norma sísmica: “no está adaptada para estructuras flexibles como la madera”, precisa.
Lo que destaca Ugarte es que hay voluntad en el Gobierno para avanzar en este desafío normativo, en vista del alto potencial de la madera en la construcción. “La producción industrial de viviendas de madera se visualiza como una oportunidad por las cualidades que ofrece esta materialidad en el ámbito de la sustentabilidad, tratándose de un recurso natural renovable y energéticamente eficiente en términos del ahorro de energía en calefacción que las viviendas construidas con madera pueden ofrecer”, concluye con entusiasmo.
Fuente: Lignum