Una serie de fotos que muestran la estética del diseño industrial de Jean Prouvé, es la última palabra sobre el legado del maestro francés.
El diseñador e ingeniero francés Jean Prouvé se auto-identifica como un obrero de una fábrica, más que como un esteta. Las elegantes líneas de su sillas, mesas, escritorios, estanterías, y la iluminación, la cual produjo en grandes cantidades a partir de 1929 hasta principios de la década de 1950, son testamentos a sus habilidades innatas en el diseño de muebles.
La reputación de Prouvé como un maestro de mobiliario de todos los días experimentó un interés renovado a finales de 1980, cuando el galerista parisino Patrick Seguin comenzó comprando y vendiendo sus piezas, producidas inicialmente para escuelas y fábricas. Su primera compra Prouvé fue un juego de sillas estándar, y no dejaba de recoger por respeto a la modernidad del visionario diseñador, que une la forma y función. «La esencia de su trabajo consiste en una lógica estructural casi crudo que es hermoso en su sencillez», dice Seguin.
«No hay ninguna diferencia entre la construcción de muebles y la construcción de una casa.» -Designer Jean Prouvé
Fuente: Dwell – Patrick Seguin