Uno de los subsectores que ha visto una gran oportunidad de crecimiento sostenible con esta nueva orientación del ordenamiento productivo del país, es el forestal. El trabajo coordinado que han comenzado a implementar el ICA, la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), Finagro, Corpoica y Fedemaderas, va a permitir que por primera vez en Colombia, se traze un programa serio y planificado de forestación comercial para comenzar a sustituir las importaciones de pulpa para producción de papel y madera para la producción de tableros y muebles desde Europa, China, Brasil, Mexico y Chile, entre otros.
¿Y por qué se ha vuelto atractiva la inversión forestal en Colombia? Sencillamente, porque está demostrado que nuestras condiciones agroecológicas (mejores que en Brasil y Chile) permiten desarrollar 6 millones de hectáreas con excelentes productividades en especies como los pinos, eucaliptos, teca, acacia y gmelina.
Veamos unos ejemplos concretos: Algunos amigos reforestadores me cuentan que varias especies de eucalipto pueden tener (en un escenario óptimo) una productividad media por hectárea de 45 m3 al año. Si un m3 tiene un precio de USD 20, en 7 años, podria representar un ingreso de USD 6.300, contra un costo de siembra y sostenimiento de USD 2.000, lo que arrojaría una TIR del 16%. En un escenario pesimista -rendimiento de 25 m3 por hectárea y un periodo de 10 años-, la TIR baja a 9.6%. Cualquiera de los dos escenarios reslta mejor que mantener unas tierras ociosas.
La siembra de Pino, que tiene costos similares a las de Eucalipto (USD 2.000 hectárea), a pesar de cosecharse entre los 12 y 15 años y tener menor productividad, tiene mejores precios (USD 50m3), lo que permite arrojar rentabilidades superiores del 13.4%, en regiones como el Eje Cafetero, Cauca y Antioquía, e inclusive con plantaciones de Pino Caribe en La Altillanura.
La siembra de Teca, que ha dado buenos resultados en la región del Uraba y los departamentos del Cesar y Cordoba, entre otros, es aún un desafío mayor, pues el plazo de cosecha es mayor a 16 años, su rendimiento es bajo (15 m3), sus costos de siembra son mayores (USD 2.200), pero su precio de venta puede llegar a los USD 150m3 por hectárea, lo que puede representar una TIR del 13.5%.
Haciendo una aproximación a tasas esperadas por un inversionista internacional a nuestro país, como lo serían los grandes fondos de inversión, llamados Timberland Investment Management Organizations, una rentabilidad del 9.43% en términos reales podría resultar muy atractiva. Esto se hace usando un modelo llamado el CAPM, que contempla las tasas libres de riesgos, el riesgo del país y el riesgo sistemático del sector forestal.
Con la aprobacion de la Ley Zidre, un estímulo tributario en el período improductivo, la aprobación de 14 especies de semillas que el ICA acaba de autorizar para ser importadas desde 8 paises, el mapa de aptitud forestal que sacó la UPRA, los subdios del Certificado de Incentivo Forestal a través de Finagro y la transferencia de conocimientos de Fedemaderas, no habrá excusas para que los ganaderos, empresas forestales y fondos de pensiones, siembren unas 200.000 nuevas hectáreas en los próximos tres años. ¡Que esperan!
*Consultor en financiamiento agroindustrial.
Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/el-negocio-forestal