
Una de las acciones de mayor relevancia frente a la recuperación y conservación de especies de flora nativa que tienen algún grado de amenaza de desaparecer es la propagación. Gracias a esta se puede garantizar que las poblaciones de plantas se mantengan o aumenten, si se tiene éxito en su reproducción y adaptación dentro de su hábitat. La conservación del hábitat y de los individuos allí presentes se debe realizar de forma alterna, y debe estar apoyada en el fomento de la investigación local y en la ampliación y réplica del conocimiento que se tenga de estas especies.
El proyecto Promoviendo la participación comunitaria para la conservación de árboles amenazados en la cuenca del río Claro (Antioquia), ejecutado por el Instituto Alexander von Humboldt y financiado por la Fundación Franklinia, tiene como objetivo “mejorar el estado de conservación in situ de ocho especies de árboles amenazados de la cuenca del río Claro mediante una estrategia integral que involucre activamente a las comunidades locales en su recuperación, protección y monitoreo”, y plantea como unas de sus actividades principales la propagación y establecimiento de plantas de las especies objeto del proyecto.
Las especies con algún grado de amenaza definidas para el proyecto son: Matisia serpicostata (zapote de monte), Melicoccus antioquensis (mamoncillo de monte), Rhodostemonodaphne antioquensis (laurel chupo colorado), Caryodaphnopsis cogolloi (yumbé), Cybianthus cogolloi, Simira hirsuta, Duguetia colombiana (guanabanito) y Pseudoxandra sclerocarpa (garrapato mantecoso).
Las ocho especies son endémicas del país, pues no se conoce su presencia en otras áreas del mundo, y cinco de ellas son endémicas de la región, ya que no hay evidencia de más individuos en otras zonas de Colombia. Matisia serpicostata es la más susceptible de las especies analizadas; solo se ha encontrado un individuo —un árbol— en la zona y está catalogada En Peligro Crítico (CR) en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza de la UICN.