Japón se une a los esfuerzos de la UE, los EE. UU. y Australia en el desarrollo de leyes para impedir que la madera extraída ilegalmente entre en sus mercados.
Desde mayo de 2017, ha entrado en vigor en Japón una nueva ley que tiene como objetivo hacer frente a los altos niveles de madera ilegal que se vende en el país. Como uno de los mayores importadores de madera tropical, Japón tiene un papel fundamental que desempeñar para reducir el comercio internacional de madera ilegal.
Si bien estas leyes intentan hacer lo mismo, existen algunas diferencias importantes.
En la UE, EE. UU. y Australia, todas las empresas deben ejercer la «debida diligencia» para reducir el riesgo de importación de productos de madera ilegalmente cosechados. La debida diligencia es una obligación de las empresas para controlar el riesgo de ilegalidad en su cadena de suministro de madera. Las empresas que violan la ley corren el riesgo de enfrentar sanciones por incumplimiento.
En Japón, la ley estimula a todas las empresas a usar madera legal, pero no hay sanción si no lo hacen. Solo las empresas que se registran voluntariamente en el gobierno tienen la obligación de verificar la legalidad de la madera que importan o comercializan, o se arriesgan a perder su registro.
Los sistemas voluntarios significan menos incentivos para que las empresas cumplan con la ley, lo que significa menos protección para el planeta.
ClientEarth ha desarrollado una tabla con información clave para comparar las leyes japonesas, de la UE, EE. UU. y Australia. Esta descripción general de las cuatro regulaciones de importación puede ser particularmente útil para que los operadores de madera entiendan los diferentes requisitos de las leyes en cada jurisdicción.
Descargue la tabla comparativa de leyes aquí
Acceda a más información sobre la nueva ley japonesa y la legislación secundaria aquí (en japonés).
Fuente: Client Earth