Foto: AnnurTV
Las condiciones reinantes en cada región del mundo determinan las particularidades de cada estación del año. Esto se puede traducir en cambios importantes de temperatura, pluviosidad y otros muchos parámetros, que a su vez repercuten en el crecimiento vegetal y el nivel de actividad de las plantas.
El equipo de William L. Bauerle, ecofisiólogo en la Universidad Estatal de Colorado, y Ram Oren, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte, ambas instituciones en Estados Unidos, trabaja en una interesante línea de investigación, la del papel específico que tiene el fotoperiodo en la regulación de la actividad fotosintética de las hojas de vegetales.
La duración del fotoperiodo puede variar mucho según la estación y la región geográfica. Conforme las horas de luz solar menguan, la actividad de las hojas de los árboles tiende a reducirse. Y la absorción vegetal de dióxido de carbono también puede registrar descensos notables.
En algunos casos, según los resultados obtenidos por el equipo de Bauerle y Oren en esta línea de investigación, el fotoperiodo es un factor primario más importante que la temperatura para regular la actividad de las hojas.
Se ha tendido a sobrevalorar la importancia del aumento de temperatura como factor que en ciertas zonas geográficas y ecosistemas puede alargar la estación de crecimiento vegetal. Las últimas conclusiones en la citada línea de investigación cuestionan el alcance del aumento de la absorción vegetal de dióxido de carbono atmosférico que derivaría de temperaturas más cálidas en regiones donde el frío domina una parte del ciclo estacional y limita el desarrollo vegetal.
Según estas conclusiones recientes, un aumento de las temperaturas como ese no tiene por qué aumentar la fotosíntesis, ya que la duración del día no cambiará. Y, por supuesto, factores como la pluviosidad pueden ser decisivos para determinar el crecimiento vegetal y su subsiguiente actividad.
Los hallazgos que se vayan haciendo en esta línea de investigación ayudarán a refinar los modelos globales sobre el papel de los vegetales en la absorción de dióxido de carbono atmosférico y las predicciones sobre los efectos perniciosos del cambio climático.
Con Bauerle y Oren también ha trabajado la ecóloga Danielle Way (Universidad Duke), cuya área de especialización es la ecología del cambio climático global.
Fuente: Noticias de la Ciencia