Las abejas se encuentran en grave peligro de extinción. Mientras cumplen con el deber otorgado por la naturaleza, la polinización, estas hermosas polinizadoras se exponen a agroquímicos que conducen al Síndrome de Colapso de Colmenas (CCD).
Afortunadamente, hay tiempo de apoyar a las abejas para que continúen produciendo miel y esparciendo el polen; son alas de vida que nutren, reproducen y embellecen la naturaleza misma. Para alejarlas de los químicos, los pesticidas y los azúcares de baja calidad (dulces, refrescos y demás alimentos procesados), se les puede ofrecer más flores para trabajar y nutrirse. ¡A sembrar en cualquier espacio!
Flores nativas. En un vivero cercano se puede comprar alguna flor de la región. Como es una planta endémica, realmente será de bajo mantenimiento.
Plantas tradicionales. Flores como petunias, amapolas, margaritas, claveles, geranios, rosas, caléndula, girasoles.
Hierbas. ¡Las abejas aman las hierbas! Siembra menta, lavanda, romero, albahaca, tomillo — claro, también se pueden utilizar.
Vegetales. Si se dispone de un espacio más grande, no dudes en cultivar pepino, cebolla, cebollín, calabazas, brócoli y coliflor.
Frutas. Se pueden árboles frutales, puede ser un manzano o un cerezo; un arbusto de moras es excelente opción.
Siembre en zonas comunes, parques públicos; es nuestro deber salvar a las abejas.
Fuente: La voz de la tierra
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