El primer inodoro seco funciona con hongos convierte los desechos humanos en fertilizante

La Universidad de Columbia Británica (UBC) ha lanzado el primer inodoro sin agua del mundo que funciona con hongos, introduciendo un nuevo enfoque para el saneamiento sostenible.

El prototipo MycoToilet, ahora abierto en el Jardín Botánico de la UBC, utiliza micelio, la red de raíces de los hongos, para convertir los desechos humanos en compost rico en nutrientes sin agua, electricidad ni productos químicos.

La fase piloto del proyecto comienza el 26 de septiembre y durará seis semanas, durante las cuales los investigadores supervisarán la capacidad del micelio para transformar los residuos y controlar los olores.

Una vez en pleno funcionamiento, se espera que el sistema genere aproximadamente 600 litros de tierra y 2.000 litros de fertilizante líquido al año, ofreciendo una alternativa potencial a los fertilizantes químicos y los sistemas de saneamiento convencionales.

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Un nuevo modelo para el saneamiento sostenible

Según el líder del proyecto, Joseph Dahmen, profesor asociado de la Escuela de Arquitectura y Arquitectura Paisajista (SALA) de la UBC, el equipo de diseño quería replantearse la forma en que se perciben los inodoros de compostaje.

“Queríamos convertir una rutina diaria que todos conocemos en una experiencia placentera que nos recuerde nuestra conexión con los ciclos ecológicos”, dijo Dahmen en un comunicado de prensa el jueves.

“Los inodoros de compostaje suelen tener connotaciones negativas. Nuestro objetivo era crear un sistema limpio, cómodo y fácil de usar.”

El MycoToilet está diseñado como una estructura modular prefabricada que se puede instalar fácilmente en parques, zonas remotas y lugares sin acceso a agua corriente. Su sencillo programa de mantenimiento, con solo cuatro visitas al año, elimina gran parte de la incertidumbre operativa a la que se enfrentan los municipios al adoptar inodoros de compostaje. 

“Hemos eliminado la incertidumbre que puede ahuyentar a los municipios de la instalación de inodoros de compostaje y la hemos solucionado”, explicó Dahmen.

“El cronograma está establecido, la ventilación está integrada, todo funciona como debería.”

A diferencia de los inodoros químicos que tratan los desechos como material tóxico debido a la presencia de formaldehído y otros aditivos, el MycoToilet ofrece una solución respetuosa con el medio ambiente, segura, higiénica y centrada en el usuario.

Diseño y función

Construido con paneles de madera prefabricados y un exterior de cedro naturalmente resistente a la putrefacción, el edificio también cuenta con un techo verde que favorece la flora y fauna locales.

El revestimiento de cedro está carbonizado para obtener propiedades antimicrobianas, mientras que un ventilador de bajo consumo garantiza una circulación de aire continua. En el interior, una claraboya y los acabados en madera y acero inoxidable crean un espacio que se integra con el bosque circundante.

El inodoro también es accesible para sillas de ruedas , y su entrada con rampa y su estructura de cedro ventilada están diseñadas para eliminar el aspecto y el olor típicamente asociados con los inodoros de compostaje.

El sistema de tratamiento de residuos separa los residuos líquidos de los sólidos, dirigiendo la materia sólida a un compartimento revestido de micelio. Los hongos absorben los olores y descomponen la biomasa con la ayuda de las comunidades microbianas, convirtiendo los residuos en compost.

“Los hongos son muy buenos para descomponer la biomasa, incluidos los desechos humanos y animales”, afirmó el Dr. Steven Hallam, profesor del departamento de microbiología e inmunología.

“Producen enzimas que transforman la materia en compuestos más simples, a la vez que sustentan comunidades microbianas que aceleran la descomposición.”

Las pruebas de laboratorio han demostrado que los revestimientos de micelio pueden eliminar más del 90 por ciento de los compuestos que causan mal olor, ofreciendo una alternativa aeróbica a los olores desagradables que a menudo acompañan al compostaje anaeróbico.

Pruebas piloto y aplicaciones futuras

Los investigadores seguirán estudiando la interacción entre las comunidades microbianas y el micelio para optimizar el proceso. Si tiene éxito, el MycoToilet podría implementarse ampliamente como un sistema de gestión de residuos autónomo y rentable.

Fuente: Universidad de Columbia Británica (UBC)

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