Aunque los insectos descortezadores suelen catalogarse como una plaga que afecta negativamente a los bosques, en realidad desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas forestales.
Son considerados agentes naturales de renovación, ya que contribuyen significativamente a la salud y dinámica de los bosques a través de diversas funciones ecológicas, entre las que destacan:
FUENTE DE ALIMENTO PARA OTROS INSECTOS, aves y organismos depredadores, favoreciendo la cadena trófica.
RECICLAJE DE NUTRIENTES, al descomponer tejidos vegetales muertos o debilitados, lo que enriquece el suelo y facilita el crecimiento de nuevas plantas.
FAVORECEN LA SUCESIÓN VEGETAL, al abrir espacios en el dosel forestal y permitir el establecimiento de nuevas especies.
INFLUENCIA EN LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES ARBOREAS, ya que su presencia ejerce presión selectiva sobre los árboles, favoreciendo características de resistencia o tolerancia.
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Factores como los incendios forestales, el cambio de uso del suelo y el cambio climático han alterado el equilibrio de los bosques, favoreciendo brotes masivos de insectos que afectan la biodiversidad y los servicios ambientales.
Recordar: Si detectas una plaga o enfermedad forestal repórtala a las autoridades locales.
Fuente: CONAFOR
