Un whiskey adquiere su valor con el tiempo que lleva añejándose. Como un buen vino: entre más tiempo lleva conservado, mejor sabor y calidad tendrá. Sin embargo, a diferencia de un whiskey escocés, que se enfoca en el tiempo que lleva conservado, el whiskey americano valora más la calidad de añejamiento que el tiempo del mismo. Sus barriles, al estar hechos con roble gringo, le atribuyen mayor suavidad y un sabor especial. Este es el caso del Tennessee whiskey, de la marca Jack Daniel’s.
Mientras este tipo de whiskey se dirige a los paladares más refinados, la madera que se utilizó para crearlo se deshecha o se recicla. Pero podría dársele un uso más creativo.
Este fue un reto que en marzo de este año Jack Daniel’s le propuso a Houd, una empresa colombiana de sistemas de sonido, para crear The Perfect Gift, o el regalo perfecto, para esta Navidad.
David Sandoval, ingeniero de sonido, y de Gustavo Huertas, diseñador gráfico, no dudaron en aceptar el reto. La empresa, que lleva con ellos tres años, se ha propuesto cambiar el diseño de los sistemas de sonido tradicionales y crear parlantes con innovación. Desde entonces han diseñado sistemas de sonido para bares, restaurantes y hoteles.
David Sandoval y Gustavo Huertas, cofundadores de Houd. Foto por Christina Gómez Echavarría.
Ahora, con el reto de crear un regalo perfecto, se propusieron combinar dos objetos que no necesariamente complementarios de una manera artesanal y distintiva.
Los barriles que son de más de un metro de alto y alrededor de 50 de diámetro, fueron utilizados para crear un parlante único con las características de las dos marcas. «La primera idea que se nos vino a la cabeza fue crear un parlante con la misma forma del barril de whiskey, pero con los altavoces a un lado y al otro. Pero no les gustó. Seguimos mandando propuestas hasta que retomamos nuestra identidad, la de Houd, para crear el nuevo parlante», me dijo David cuando los visité el viernes pasado en su oficina en la 97 con 15.
David Sandoval. Foto por Christina Gómez Echavarría.
Tanto para él como para Gustavo, lo importante es que el sonido se complemente con el diseño. En Houd se crean parlantes de dos tipos: uno con un sistema acústico natural que no necesita energía: funciona con el celular y una amplificación de sonido; y el otro, que sí necesita corriente, crea resonancia dentro del altavoz, para crear mejores ondas de sonido. Con esto en mente decidieron empezar con un proceso que les tomó meses.
«Al principio pensamos que iba a ser difícil crear un parlante con la madera de un barril porque no sabíamos cómo se iba a manejar. Es una madera que lleva años conservando una bebida, por lo que puede no resistir de la misma manera», afirma Gustavo.
Gustavo Huertas. Foto por Christina Gómez Echavarría.
Sin embargo, la madera le daba otro toque al parlante. Según sus creadores, se utilizaron varios barriles. El proceso: abrir cada uno de los barriles necesarios para romper los remaches (seguros de los anillos metálicos de un barril de este tipo); desmontar el barril para escoger las mejores tapas y tablas y, así, cortar lo que necesita para crear una caja.
Al tener todas las partes necesarias, se le va dando forma a la bocina y a los parlantes utilizados. Me dice Gustavo que «en este caso un bajo y un tweeter (un altavoz especializados en altas frecuencias (3 kHz a 20 kHz))», para así instalar los equipos de sonido. Los últimos retoques consisten en darle el mismo acabado del barril original, por medio de un proceso de envejecido quemado sobre la madera, e instalar los amplificadores a mano para su uso final.
Acá, algunas imágenes.
Foto: cortesía de Houd.
Foto: cortesía de Houd.
Foto: cortesía de Houd.