Foto: Cosas de arquitecto
La madera, usada y recuperada como elemento decorativo en la vivienda, aporta una calidez que a otros materiales les resulta imposible. Sin embargo las maderas pueden aportar a nuestro hogar algo más, aparte de calidez y belleza natural, y eso es una historia.
La madera puede contar su historia tanto en sus primeras fases de transformación, a través de sus anillos de crecimiento o de elementos incrustados en su madera (como munición de la guerra), o cientos de años después a través de piezas recuperadas, bien sean en muebles o madera estructural.
Esta última está muy de auge en los últimos años. Consistentes en vigas de antiguos graneros o de edificios centenarios, son recuperadas durante la demolición de los mismos para darles un nuevo uso. Cabría esperar que después de un centenar de años esa madera haya perdido su estabilidad o sus propiedades, pero la verdad es que la gran mayoría de ellas se encuentran en un estado óptimo para su uso, además de contar con elementos estéticos que las hacen únicas.
Estas vigas cuentan muchas historias, la del carpintero que les dio forma a mano, y posteriormente las instaló, o la historia de donde se encontraban, si era un espacio abierto al exterior y más maltratado por las inclemencias del tiempo o un edificio bien resguardado. Toda esta trayectoria nos la cuenta la propia madera, a través de las muescas de cuando la cortaron, de los agujeros de los clavos que la sujetaron o del color que adquirió con el paso de los años.
Y ha sido la moda eco, la que ha decidido darle una segunda oportunidad a esta madera, permitiéndole mostrar toda su experiencia y esplendor, adquiridos con el paso de los años. Únase a estas tendencias ecológicas, ¡piensa verde, piensa en madera!