
En 1987, dos científicos: William J. Mattson y Robert A. Haack, en su artículo The Role of Drought in Outbreaks of Plant-eating Insects (El papel de la sequía en los brotes de insectos que se alimentan de plantas), sobre la base de las investigaciones previas sugirieron que los insectos pueden reproducir los sonidos de los árboles y basándose en esto sonidos es que saben que un árbol es bueno para ellos.
Las emisiones de sonido en los árboles se producen en el proceso de cavitación: cuando el agua del suelo sube hasta las ramas de los árboles, como resultado de la fricción entre árboles y agua, aparecen burbujas de aire que emiten sonidos al viajar por el árbol , en el rango entre 20 kHz y 2000 kHz.
De acuerdo con la investigación del Fondo Mundial en 2007, en el futuro cercano la población de aves en el mundo disminuirá drásticamente. Esto aumentará la población de insectos y uno de los más peligrosos será los que comen plantas. Destruirán lentamente nuestros bosques, lo que detendrá la producción de aire fresco en el mundo. Empecé a construir mi trabajo basado en estos dos documentos.
Mi investigación es un experimento para ver si podemos reemplazar algunas de las especies de aves con unas artificiales para asustar a los insectos que comen plantas, antes de que hayan comenzado a poblar un árbol, explorar la comunicación entre los insectos, árboles y pájaros carpinteros. Hasta ahora he hablado con un físico de estado sólido y un microbiólogo. Ambos aprobaron que los árboles están produciendo emisiones de ultrasonidos. Luego me puse en contacto con el entomólogo, me sugirió el camino correcto para la recolección de datos y qué tipo de árboles necesito para colocar mis pájaros carpinteros artificiales. Desde entonces tengo 30 pájaros carpinteros construidos y se instalaron en el bosque cerca de Dusseldorf Alemania. Los controlé durante 4 semanas una vez por semana. Tomé fotos de ellos comprobando si otras especies no los están atacando. Intenté no interferir con ellos para ver cómo la naturaleza y otras especies coexisten con ellos en el bosque.
Hasta ahora no había visto a otros habitantes atacándolos, pero había que retirar 3 de ellos antes de la fecha límite establecida. Dos de ellos fueron destruidos, pero nada fue robado y cerca de uno de ellos había un nido de pájaro. Sobre la base de esa información, considero que han sido atacados por otros habitantes del bosque. El tercero fue gravemente dañado en una tormenta. He recopilado datos (pequeñas piezas de corteza, como sugirió el entomólogo) de los árboles elegidos antes de conectar mis robots a ellos y tomé otras cuando los estaba bajando. La razón era comparar los datos ¿están ayudando o no? El día que los bajé noté que aquellos que no trabajaban estaban habitados por arañas, tijeretas y polillas. Y en base a esta observación, puedo sugerir que mis pájaros carpinteros artificiales están trabajando y ayudando a mantener alejados a los insectos.
El video de documentación de la obra Woodpecker, 2016.
Uno de los pájaros carpinteros artificiales en un bosque
Los 30 pájaros carpinteros, embalados para ser llevados a un bosque
Todos los pájaros carpinteros instalados en el bosque, en un sólo día.
El primero que encontré al revés también, pero esta vez había un nido de pájaro en un árbol al lado.
Por Rihards Vitols