Chapilla: la belleza del diseño de la naturaleza

No hay nada como la sensación de pasar los dedos por una superficie de madera. Incrustado dentro de la textura granulada hay una calidez nostálgica que simplemente no puede ser imitada por emulaciones sintéticas.

No se puede discutir la elegancia y la clase que dan a luz los productos naturales. Los sentidos se sienten atraídos por el aroma y la exclusividad de los diseños de madera natural. Esta sensación solo se puede encontrar en productos producidos por la propia madre naturaleza. No se puede sustituir la originalidad del diseño de la naturaleza. Es como dijo una vez Jiddu Krishnamurti: «Si pierdes el contacto con la naturaleza, pierdes el contacto con la humanidad».

En carpintería, una chapa es un corte de madera ‘delgado como el papel’ que se puede unir a un sustrato de núcleo fuerte, como aglomerado o tablero de fibra de densidad media (MDF), para sellarlo o darle un acabado decorativo. Los tableros chapados se utilizan para producir paneles planos como puertas, encimeras y paneles para armarios, tiendas y muebles.

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Las chapas de madera son láminas finas con espesores entre de 0,6 mm. Y 1,5mm, y se hacen a partir de especies de madera cuyo uso de manera maciza no sería posible o resulta muy costoso. Las chapillas permiten obtener el acabado de un mueble o piso con la apariencia de una madera maciza

Historia

Históricamente, las chapillas se remontan a hace casi 4000 años, cuando los antiguos egipcios usaban chapillas en sus muebles y ataúdes de momias. Se cree que los egipcios fueron los pioneros de las chapas de madera. Durante el siglo XVII, la elaboración de chapas se volvió más refinada a medida que se modernizaban las herramientas.

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Se desarrollaron hojas más delgadas que hicieron posible el corte de láminas más delgadas de chapa, lo que resultó en diseños técnicos e incrustaciones de chapas más amplios. En el siglo XVIII, el corte de las chapas había mejorado drásticamente, lo que provocó cambios en la construcción de los patrones de las chapas. A finales del siglo XIX, la chapa fina era extremadamente popular y formaba parte integral de la industria del mueble y la carpintería que se conoce hoy.

“Si pierdes el contacto con la naturaleza, pierdes el contacto con la humanidad”.

Además de la belleza orgánica de la carilla, existen numerosos beneficios que se deben considerar:

  • La chapa es una opción rentable que brinda el aspecto, la sensación y la belleza de una veta de madera natural sólida.
  • La chapa se puede lijar y reacabar. Puede dar fácilmente a sus muebles de chapa o superficies un aspecto actualizado.
  • La chapa se considera una superficie ecológica ya que se considera que maximiza el material obtenido de un solo tronco (mayor cobertura superficial por tronco). Esto también le permite al artesano combinar granos y crear una superficie completa a partir de un árbol. Esto es prácticamente imposible con madera maciza.
  • La chapa tiene diseños únicos de madera veteada que no se pueden imitar. Cada tronco tiene su propia «huella digital» que permite que el diseño de su superficie o mobiliario sea único.
  • Facil mantenimiento.

Autor: Pearlman Veneers
Vía: Timber IQ

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