La multinacional sueca del mueble Ikea ha decidido dar un paso hacia arriba en la cadena logística y, por primera vez en su historia, comenzará a gestionar bosques para asegurarse un suministro estable y a buen precio de su principal materia prima.
Ikea, que asegura que con este movimiento también pretende aprovisionarse de forma sostenible, usó el año pasado más el equivalente a 15 millones de metros cúbicos para su producción global, y eso sin contar la madera utilizada en el cartón de los embalajes y el papel de los manuales de instrucciones.
Con los precios de la madera en tendencia ascendente, como consecuencia del aumento de la población mundial, más demanda de vivienda en Estados Unidos (donde se usa de forma masiva para la construcción) y compitiendo con la demanda de biomasa para generación de electricidad renovable, Ikea parece dispuesta a garantizar que el mercado de materias primas no sea un obstáculo para su expansión futura, tal como informa The Wall Street Journal.
Para su nueva rama de negocio, Ikea ha elegido los bosques rumanos para hacerse con cerca de 14.000 hectáreas. La producción forestal se destinará inicialmente al propio mercado rumano, y más concretamente a la única tienda que Ikea tiene en la capital de ese país, Bucarest.
Ikea está embarcada en un plan estratégico trazado en 2012, conforme al cual en 2020 debería duplicar sus ventas hasta los 50.000 millones de euros, y eso implica en términos gruesos duplicar la producción.
Pese a ello, Ikea pretende ser más sostenible y asegura que será capaz de hacerlo aumentando el volumen de madera usado en sólo un 50% mediante un incremento de la eficiencia, así como mediante la creación de sus propios campos de suministro, que se pretende que sean renovables.
Fuente: El Economista