Dentro del proyecto Biomasa–Bambú que el CIDEM implementa en varias provincias de Cuba, se esta trabajando en reducir el uso de leña en la quema de ladrillos de cerámica.
Yolexis Diegues Solamo, un pequeño productor de la provincia de Granma, en el oriente de Cuba, documenta sus experiencias en el uso de combustibles alternativos.
Como parte del Proyecto Bambú-Biomasa se emprendió la sustitución de leña por Bloques Sólidos Combustibles, obtenidos a partir de residuos del procesamiento de bambú y aserrín, con resultados muy favorables, tanto en la producción de ladrillos como en la protección del medio ambiente. Hasta el momento se han realizado 15 quemas, varias de ellas en presencia de un grupo amplio de alfareros, funcionarios de la Empresa de la Construcción y representantes del CITMA, quienes opinaron a favor del proyecto y propusieron que se extendiera a otras regiones.
La capacidad del horno es de 8 000 ladrillos macizos y mide 2,60 x 3,90 x 3,50 m, para un total de 35,49 m3, y el ladrillo posee un tamaño de 25 x 11 x 6 cm. En una quema tradicional se necesitaron 10 m3 de madera, que aproximadamente representan de 6 a 8 árboles adultos. Mientras que en una con 1 .200 bloques sólidos combustibles el consumo fue de 6 m3 de leña, para un ahorro del 40% de esta, con posibilidad de llegar al 50%. Esto significa salvar la vida de 2 a 3 árboles adultos y disminuir los costos de producción del ladrillo.
Lo anterior se logra con algunos cambios simples en la estructura del horno para adaptarlo a briquetas.
Hasta el momento, se han fabricado aproximadamente 120.000 ladrillos utilizando unas 18.000 briquetas producidas por dos hombres en menos de media jornada de trabajo diaria, lo cual representa un ahorro aproximado de 60 m3 de leña con su consiguiente repercusión en los bosques.
Debemos tener en cuenta que al cuidar los árboles estamos cuidando la naturaleza, el entorno y nuestras vidas. Pueblo sin árboles es pobre, ciudad sin árboles es malsana y terreno sin árboles llama poca lluvia y da frutos violentos…
Como conclusión, se demostró que es factible la sustitución de hasta un 40% de la leña por bloques sólidos combustibles en la quema de ladrillos de barro, y que el uso de las briquetas constituye un importante aporte a la conservación del medio ambiente. Es por eso que el estudio en cuestión recomienda crear condiciones para generalizar el uso de Bloques Sólidos Combustibles, así como potenciar al máximo la producción de briquetas en los aserríos de las empresas forestales, tanto en esta como en el resto de las provincias del país.
Fuente: Ecosur