Recientemente se ha identificado la contaminación atmosférica como un factor de riesgo para la demencia, y varios estudios han señalado a diversos contaminantes.
Analizaron las cifras utilizando información de 174 países que se remonta a sesenta años atrás para calcular el vínculo entre el cambio de temperatura y los niveles de ingresos.
Una investigación vincula la cantidad de dióxido de carbono absorbido por los ecosistemas terrestres, como los bosques, con la disponibilidad de agua, que escasea durante las sequías.
Los bosques son sumideros naturales de carbono, pero el cambio climático amenaza su capacidad de almacenamiento. ¿Qué revelan los estudios sobre su futuro y los riesgos para las compensaciones de carbono?
Evaluar como la menor acumulación de nieve y los veranos más cálidos podría afectar el crecimiento de los árboles y la capacidad del bosque para almacenar carbono.
El cambio climático está provocando que en el Reino Unido las plantas florezcan en promedio un mes antes, lo que podría tener profundas consecuencias para la vida silvestre, la agricultura y los jardineros.
Los álamos, que emiten trazas del gas isopreno, pueden modificarse genéticamente para no dañar la calidad del aire, manteniendo inalterado su potencial de crecimiento.
El objetivo del estudio fue desarrollar ecuaciones alométricas y estimar el almacenamiento de carbono en árboles frutales como un primer paso para determinar el potencial de acceso a la financiación climática internacional.
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