Foto: Realidad Paralela
Cuando vemos un aprovechamiento forestal en el bosque nos hacemos preguntas, ¿y después de extraer la madera qué va a ser del bosque?, ¿y por qué se corta esa madera?, ¿se regenerará el bosque?, el bosque es un elemento que en espacio y tiempo siempre se nos queda muy grande, en muchas ocasiones la mejor manera de encontrar una buena perspectiva es alejarse en el tiempo.
Un bosque tiene valor incalculable, el bosque genera multitud de recursos cuantificables; la madera, la resina, piñas, frutos… y no cuantificables como es la biodiversidad, el ocio, servicios ambientales, paisaje, absorción de CO2 y mucho más y todo esto de difícil valoración. Pero todos estos recursos tan variados ¿cómo se gestionan?, ¿cómo se puede aprovechar asegurando la sostenibilidad del bosque?, a esto da respuesta la ingeniería forestal y en especial la rama de ordenación de bosques y la selvicultura. En España y los países con mayor cultura forestal no hay problemas de deforestación porque se aprovechan los bosques acorde a lo que marcan estas ciencias.
Pero ¿qué es la ordenación de bosques?, una ciencia que ordena la superficie del bosque en función del tiempo y espacio acorde a unos objetivos. Los encargados de la ordenación deben tener claro los objetivos del bosque y su estado legal, natural y socioeconómico, esta parte es muy importante al definir el marco el cual acota las acciones. Para poder definir el plan de ordenación del bosque lo primero es emitir un diagnóstico, para ello se realiza un inventario de recursos maderables, piñas u otros frutos, pastos, fauna silvestre, resina, biodiversidad, servicios ambientales hongos, brezo, esparto, plantas aromáticas, etc… Este proceso de inventario no es sencillo, la dificultad reside en recoger datos de recursos muy diferentes y ponerlos en un mismo idioma para emitir un diagnóstico que es una foto actual del bosque.
Una vez que tengamos nuestra foto del bosque se zonifica en función de los objetivos dividiendo el bosque en cuarteles y cantones en función de cada objetivo.
Por ejemplo; Un bosque de 1.500 ha de pino silvestre en la Sierra de Guadarrama; una vez analizado y diagnosticado se divide el bosque en tres cuarteles en función de la cota para que cada cuartel tenga una homogeneidad. El cuartel de mayor cota se le designa un objetivo protector al tener una población de buitre negro y ser una zona con mayor riesgo de erosión por su mayor pendiente. El cuartel intermedio tiene un objetivo de ocio, existe una embalse, senderos y una cafetería y el cuartel inferior por accesibilidad y calidad de estación tiene objetivo maderable. Con esta división del bosque se consigue albergar los tres pilares de la sostenibilidad; económico, social y ambiental, la sostenibilidad es una palabra que adquirió el actual significado con la emisión del informe Brundtland en 1987 pero que los ingenieros llevan más de 100 años aplicando sin saber su significado.
Posteriormente estos cuarteles se dividen en cantones en funciones de su estado, siempre buscando una homogeneidad de la zona y un equilibrio de superficie para después dividirlos en rodales. Los rodales son las superficies de menor extensión que el forestal usará para realizar las actuaciones y alcanzar los objetivos definidos en el inicio. Ahora el forestal define las actuaciones que se deben realizar en cada rodal y en cada año. Por ejemplo los rodales del cuartel de mayor cota no se van a tocar y se actuará a modo de reserva, en el cuartel intermedio se realizarán trabajos selvícolas para reducir el riesgo de incendio y mantenimiento de caminos y el cuartel inferior se dividirá en rodales, se cortarán al año un 1% del bosque que es el turno del pino silvestre 100 años (también 120 años) y se hará un seguimiento de la regeneración, porque el objetivo principal de un ingeniero es la regeneración y la perpetuación del bosque en el tiempo cumpliendo su funcionalidad.
De modo que un bosque ordenado tiene claro el porqué, donde y cuando se realizan los trabajos, siempre en beneficio de la sostenibilidad. Por ello aprovechar el bosque, cortar madera, realizar senderos, etc., no es malo y lo que a veces nos puede parecer un error de actuación, para el bosque es algo muy importante, que sirve como un pilar de la sostenibilidad.
Fuente: Maderea