La industria maderera canadiense se enfrenta a un declive significativo para 2030. Los nuevos aranceles de importación estadounidenses y una disminución estructural en el suministro de madera en rollo están ejerciendo presión sobre los márgenes y obligando a los productores a reorientarse hacia otros mercados.
Así lo demuestra el informe Madera blanda : aranceles, turbulencia y nuevos flujos comerciales hasta 2030, elaborado por Global Wood Trends y O’Kelly Acumen.
Canadá exporta aproximadamente el 65% de su producción de madera blanda, la gran mayoría (87% en 2025) se destina a Estados Unidos. Esta dependencia se está volviendo cada vez más problemática ahora que Washington ha introducido barreras comerciales adicionales en 2025, incluyendo aranceles de la Sección 232 y mayores derechos antidumping y compensatorios. Esto resultará en un aumento total de costos para los aserraderos canadienses de entre el 25% y el 30%, lo que dejará a muchas empresas en números rojos.
Diversificación
Con un mayor acceso al mercado estadounidense, Canadá busca nuevamente aumentar sus ventas en China, Japón, India, Europa y Oriente Medio. Sin embargo, esto está resultando difícil: los tamaños y grados canadienses no siempre se ajustan a los estándares internacionales, las distancias logísticas son largas y los volúmenes de exportación fuera de EE. UU. son históricamente bajos: solo el 13 % para 2025, en comparación con un promedio del 20 % en las últimas dos décadas.
El suministro de madera en la Columbia Británica se desploma
Otro problema es la disminución de la disponibilidad de madera en rollo. La Columbia Británica, tradicionalmente el motor del sector maderero canadiense, ha visto cómo su volumen de tala permitida se ha reducido estructuralmente durante veinte años debido a las reservas forestales, los acuerdos con comunidades indígenas, los daños causados por insectos y los incendios forestales generalizados. Los volúmenes de cosecha se han reducido a la mitad, lo que ha encarecido la madera en rollo y ha hecho que los aserraderos antiguos sean económicamente inviables. En consecuencia, las empresas canadienses invierten cada vez más en regiones ricas en madera del sureste de Estados Unidos.
El cierre de aserraderos afecta a toda la cadena de suministro. La madera residual para pulpa, paneles y pellets escasea, lo que incrementa los costos y también impacta a las empresas del sector. Las consecuencias se sienten en el empleo, las economías regionales y el valor de las exportaciones.
El gobierno apoya
El gobierno federal intenta apoyar al sector con préstamos garantizados, programas de innovación y políticas de construcción diseñadas para fomentar un mayor uso de la madera canadiense. Sin embargo, según el informe, estas medidas no compensan las desventajas estructurales: la oferta limitada de madera, los altos costos de tala y la menor competitividad en el mercado estadounidense.
Perspectiva
Los investigadores prevén que la capacidad de los aserraderos canadienses seguirá disminuyendo hacia 2030, especialmente entre las empresas más antiguas y pequeñas. Al mismo tiempo, los flujos de exportación se están alejando lentamente de Estados Unidos. Si los aranceles estadounidenses finalmente desaparecen, los aserraderos modernos restantes se beneficiarán inmediatamente de mejores márgenes, ya que se espera que los precios de la madera estadounidense suban.
En Canadá, existen oportunidades en el sector de la construcción, aunque la construcción de viviendas nuevas deberá casi duplicarse para 2035 para satisfacer la demanda. Sin embargo, esto requiere cambios en las políticas, trámites de permisos más rápidos y menores costos de construcción, aspectos que aún no están claros.
Fuente: Hout Wereld










