Estudio sobre la eficacia de la titulación de las tierras forestales premiado como “excepcional”

Los científicos del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), Peter Cronkleton y Anne Larson, han recibido el máximo galardón de la revista Society & Natural Resources por un artículo de 2015 sobre la tenencia de la tierra en la Amazonía.

Su trabajo fue considerado el artículo más destacado de 2015  por su “aporte innovador y significativo al estudio de la sociedad y los recursos naturales y su promesa de ser influyente en el tiempo”.

El artículo de CIFOR investigó la tenencia de tierras en diversas comunidades forestales de Ecuador y Perú —algunas indígenas, otras de colonos, algunas con títulos de tierras comunales, otras con titulación individual— y determinaron que estos distintos grupos tienen opiniones muy similares sobre la seguridad de la tenencia de la tierra.

¿Pero, por qué este estudio fue considerado excepcional? “El artículo presenta una visión cuestionadora de la eficacia de la titulación de las tierras y de la dicotomía que suele darse entre propiedad individual y comunitaria”, señala Cronkleton.

Una escuela de pensamiento muy influyente, conocida como “escuela de los derechos de propiedad” y promovida especialmente por el economista peruano Hernando de Soto, defiende la formalización generalizada de la propiedad de la tierra a través de títulos individuales, incluso en las zonas con una tradición de gobierno colectivo, sobre la base de que esto garantizará la seguridad de la tenencia y otros beneficios relacionados con la propiedad.

El estudio del CIFOR, sin embargo, demostró que la realidad es más compleja. Determinó que las comunidades no pueden calificarse exactamente como “individuales” o “colectivas”: algunos pueblos con títulos individuales en las zonas estudiadas mostraron formas colectivas de comportamiento y asignación de la tierra, y viceversa. También concluyó que la titulación formal es solo el comienzo; no es lo único que le da a la gente derechos seguros a la tierra.

Demostramos que, sin una gobernanza institucional fuerte, la titulación de tierras, aunque importante, no es suficiente por sí sola”, afirma Cronkleton.

“La titulación suele promoverse partiendo de la base de que el gobierno estará presente para ofrecer apoyo institucional suficiente a fin de permitir que los pequeños productores se beneficien de los derechos sobre la tierra”.

Demostramos que, sin una gobernanza institucional fuerte, la titulación de tierras, aunque importante, no es suficiente por sí sola».

 Peter Cronkleton

Pero en zonas lejanas de la Amazonía, los gobiernos regionales y locales en general tienen poca influencia, comenta Larson. Los pequeños productores pueden encontrarse a varios días de viaje de las oficinas gubernamentales. En la práctica, es muy difícil lograr que se modifique el título cuando la tierra se divide entre hermanos o se transfiere a otra persona cuando se vende.

“Así que la idea de que el Estado está presente y va a resolver todo, que los títulos se mantendrán actualizados, y que el Estado es realmente importante, no es más que una ficción”, concluye Larson. “De hecho, la gente suele estar bastante satisfecha con cualquier documento legal; en muchos casos lo que tenían en su poder no era un título pleno, sino una especie de documento provisorio que se suponía que debía renovarse, pero ni siquiera se habían ocupado de hacerlo”.

Vínculos sociales, incentivos perversos

El estudio galardonado analizó cuatro paisajes amazónicos de la provincia de Napo en Ecuador y la región de Ucayali en Perú. La muestra abarcó 21 comunidades indígenas y mestizas que combinaban títulos de propiedad individuales y colectivos. Los autores entrevistaron a más de 300 personas con respecto a su uso de los bosques y los recursos naturales y a sus ideas sobre la propiedad de la tierra.

Lo que se observó de modo muy claro en todas las comunidades, dice Cronkleton, es que si bien la gente tiende a ver la titulación formal como el ideal deseable, hay otros dos factores que también otorgan un sentido de seguridad de la tenencia: tener fuertes vínculos sociales y pertenecer a una comunidad establecida, y demostrar la propiedad por medio de la ocupación y del uso de la tierra.

“Estos dos factores adicionales se consideran muy importantes para legitimar la reivindicación de poseer un pedazo de tierra, aun si está titulado”, explica Cronkleton.

Este último punto tiene importantes implicaciones para la deforestación. Demostrar el uso de la tierra muchas veces se interpreta como talar árboles para sembrar cultivos.

Además, en Perú, todos los bosques siguen siendo propiedad del Estado, aunque la población está autorizada a usarlos, una situación que genera incentivos perversos, agrega Cronkleton.

“El gobierno no escatima esfuerzos para asegurar que las tierras forestales no se incluyan en las parcelas de tierras tituladas a nombre de pequeños productores, lo cual los alienta a estar un paso adelante de las brigadas de titulación al desmontar los bosques en las tierras que reclaman”.

“Como una consecuencia involuntaria de este enfoque, las parcelas de bosques remanentes se perciben como no utilizadas y, por lo tanto, no reclamadas, lo que las vuelve vulnerables a la ocupación por otros”, observa.

“El típico pequeño productor de la Amazonía desearía tener parcelas de bosques y regenerar bosques en sus tierras. A veces los responsables políticos hacen que esto sea muy complicado, a menudo con la idea equivocada de que están tomando medidas para conservar los bosques”.

Nuevo paradigma

Estas preguntas revisten un especial interés en Perú, que acaba de elegir un nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski.

Durante décadas, ha predominado en el país la visión de libre mercado respecto de los “derechos de propiedad”, pero algunas iniciativas recientes financiadas por el gobierno y por donantes han apoyado a las comunidades indígenas en el reconocimiento y la titulación de las tierras comunales.

Ahora esto podría estar en riesgo, según Larson, dependiendo de las prioridades del nuevo gobierno.

Es muy importante reconocer la importancia de las tierras comunales para el futuro de los bosques, así como el futuro de la cultura indígena».

 Anne Larson

“Volver a la idea que la propiedad privada individual universal es mejor para el futuro de Perú sería dar un paso atrás”, advierte.

“Es muy importante reconocer la importancia de las tierras comunales para el futuro de los bosques, así como el futuro de la cultura indígena”.

Los responsables políticos también deben reconocer la complejidad de las comunidades que viven en los bosques, afirman Larson y Cronkleton.

“Si se hacen grandes generalizaciones sobre lo que son estas propiedades y cómo funcionan, es probable que se malinterpreten los factores que influyen en el comportamiento de las personas”, señala Cronkleton.

También es necesario fortalecer las instituciones gubernamentales y hacer que sea más fácil para la gente utilizar y modificar sus títulos de propiedad una vez obtenidos.

“No estamos diciendo que la titulación no es importante. Lo que estamos diciendo es que, sin estos otros tipos de instituciones y sin un verdadero esfuerzo por tener en cuenta la forma en que la gente asigna y distribuye la tierra y aprovecha los recursos, es poco probable que resulte satisfactoria”, añade.

“Mejorar la gobernanza en algunas de estas zonas va a implicar algo más que programas de titulación. Es necesario realizar mayores esfuerzos para entender y tener en cuenta los medios de vida la vida de la población rural”.

Peter Cronkleton y Anne Larson obtuvieron el premio “Rabel J. Burdge and Donald R. Field Outstanding Article Award” por su excelente artículo, en honor a los editores fundadores de Society & Natural Resources.

Fuente: CIFOR

Lea el estudio completo (en inglés) aquí

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