Las maderas preciosas de América Latina y el Caribe son apetecidas por las redes criminales, entre ellas, el palo de rosa negro, la caoba, el cedro y el laurel, la mayoría especies protegidas. La operación Amazonas II de INTERPOL en 12 países de la región incautó más de 53.000 metros cúbicos de madera ilegal, suficiente para llenar 20 piscinas olímpicas o el equivalente a más de 5.000 camiones.
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Fuente: ONU