Al pensar en utilizar la madera en nuestra vivienda lo primero que nos viene a la cabeza es que en ocasiones necesita someterse a tratamientos anti humedad u otros que mejoren su resistencia y durabilidad. Pero una mirada menos superficial nos puede devolver la confianza en sus posibilidades. Las virtudes de un material noble, cálido y cercano como la madera son muchas. De hecho, su tacto resulta saludable gracias a su baja conductividad térmica.
Se ataca a la madera por ser vulnerable a la humedad, y no es del todo cierto. Cuando está correctamente tratada, además de no presentar defectos, la madera es capaz de absorber o ceder humedad al entorno. Esta peculiaridad ayuda a purificar el ambiente y mantener un grado de humedad óptimo.
Las características térmicas de la madera consiguen crear ambientes templados: cálidos en invierno y más frescos en verano . En suma, las propiedades térmicas y acústicas de la madera mejoran la calidad de vida en nuestra vivienda.
De igual modo, podemos pensar en los beneficios ecológicos de su uso, que son muchos:
·Es la materia prima más ecológica
·Es menos intensiva en consumo de energía
·Es reciclable y biodegradable
·La madera contribuye a reducir el cambio climático
·Es el material de construcción más sostenible
Pensando ya en su aplicación para la construcción y decoración de nuestra vivienda, la lista continúa:
·La madera es resistente al tiempo y a la meteorología
·Se puede utilizar tanto en interior como en exterior
·Es muy moldeable y adaptable
·Es más estética: es un elemento orgánico y su contacto es cercano y agradable
·No es un material especialmente caro; tampoco su mantenimiento
Aislante térmico y acústico
Pensamos en el frío del invierno, y nos sorprenderíamos al saber que la madera tiene más capacidad como aislante térmico. Aunque varía según la especie, como media es 15 veces superior a un muro de hormigón. Sobre una pared, un friso de 20 mm aísla como un muro de hormigón de 300 mm.
En este sentido, un estudio del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y la Confederación Española de Empresarios de la Madera ha venido a destacar las propiedades térmicas de la madera.
Según este informe, los espacios con madera evitan pérdidas bruscas de calor cuando, por ejemplo, se pisa el suelo con los pies descalzos. Esta característica se relaciona, además, con la eficiencia energética de los edificios, puesto que reduce la necesidad de calentar o enfriar los ambientes.
Pero la madera también tiene propiedades acústicas. Consigue aislar de ruidos del exterior, acondiciona y absorbe ondas sonoras evitando reverberación. El ejemplo más claro es la madera utilizada en paredes y techos de auditorios y palacios de música.
Según el estudio del IBV, los espacios interiores con madera generan un tiempo de reverberación menor que el que se produce en un espacio sin madera. Esto significa que hay menos ruidos y ecos, lo que mejora la inteligibilidad. Al no resonar las palabras, la dicción es más clara, por lo que se aconseja la instalación de madera en espacios como aulas, salones o salas de reunión.