Manejo de Dunas y restauración de Manglares

Las dunas y los manglares son ecosistemas donde habita una gran diversidad de especies de plantas y animales. Estos sitios benefician a las comunidades humanas, con importantes servicios ambientales, como la protección de la costa ante la erosión provocada por el oleaje y viento, funcionan como barreras naturales contra tormentas, huracanes y tsunamis, también ayudan en la recarga de acuíferos y son filtros que amortiguan la intrusión salina y purifican el agua.

Aportan materia orgánica que nutre a comunidades de fauna acuática y abastecen materiales como madera, fibras, minerales e incluso productos farmacéuticos. Además son ecosistemas de enorme valor estético y cultural.

Las dunas costeras son acumulaciones o montículos de arena, cuyas partículas están sujetas a la dinámica de los vientos, oleaje y escurrimientos de agua, por lo que adquieren diversas formas y tamaños (SEMARNAT, 2013; Martínez et al., en prensa). Los manglares son asociaciones vegetales que se ubican en esteros, desembocaduras de ríos y lagunas costeras (Rzedowski, 1978). Están conformados por plantas anfibias, con características terrestres y acuáticas, adaptadas para sobrevivir en ambientes inundados o parcialmente inundados con agua salobre.

En México, las dunas costeras cubren más de 800 mil hectáreas (Martínez et al., en prensa), mientras que se estima que hay 764,485 hectáreas de manglares (Rodríguez-Zúñiga, et al. 2013). Ambos ecosistemas se consideran prioritarios para el país.

Las acciones de manejo deben iniciar con la zonificación, identificando las áreas que pueden estar sujetas a aprovechamiento, las que se deben proteger y las que requieren ser restauradas. Por su parte, la restauración ecológica implica recuperar las funciones y servicios ecológicos de zonas degradadas. Esta restauración se lleva a cabo con diversas técnicas y metodologías que garanticen el éxito de la intervención.

Para llevar a cabo acciones de restauración en manglares y dunas costeras, se siguen algunos pasos básicos. Una vez seleccionado el sitio a intervenir, el primer paso es identificar el origen de la degradación, las posibles amenazas y el estado de conservación de los alrededores.

Lo que sigue es la recuperación de las condiciones abióticas, mejorando la topografía y los flujos hídricos. Una vez hecho esto se lleva a cabo la reforestación o revegetación de la zona, para recuperar la cobertura vegetal.

Por último, es necesario proteger el sitio mediante cercos y la colocación de carteles informativos, además debe hacerse un monitoreo periódico para detectar problemas a tiempo.

Debido a la importancia de los ecosistemas de dunas costeras y manglares para México, y el mundo, la Comisión Nacional Forestal ha tomado acciones para su recuperación. Se han realizado convenios con instituciones de investigación y de gobierno para su manejo sustentable, restauración y reforestación, así como para la ejecución de estudios y elaboración de material didáctico que ayude en tales labores.

Referencias:

Martínez M., P. Moreno Casasola, I. Espejel, D. Infante Mata O. Jiménez Orocio y Rodríguez Revelo, N. Atlas de dunas de México. Comisión Nacional Forestal. (En prensa).

Rzedowski, Jerzy. 1978. Vegetación de México. Editorial Limusa. México.

Rodríguez-Zúñiga, M.T., Troche-Souza, C., Vázquez-Lule, A.D., Márquez-Mendoza, J.D., Vázquez-Balderas, B., Valderrama-Landeros, L., Velázquez-Salazar, S., Cruz-Lopez, M.I., Ressl, R., Uribe-Martinez, A., Cerdeira-Estrada, S., Acosta-Velázquez, J., Díaz-Gallegos, J., Jiménez-Rosenberg, R., Fueyo-Mac Donald, L. y Galindo-Leal, C. 2013.Manglares de México: Extensión, distribución y monitoreo. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de laBiodiversidad. México D.F. 128 pp.

SEMARNAT. 2013. Manejo de Ecosistemas de Dunas Costeras, criterios ecológicos y estrategias. Secretearía de Medio Ambiente y Recursos Naturales. México D.F. 98 pp.

Más Información en:

Martínez, M. Luisa. 2008. Dunas Costeras. Investigación y Ciencia. 383: 26-35.

Moreno-Casasola, Patricia, D. Infante M., A. C. Travieso B. y C. Madero V. 2009. Manual para la reforestación de los médanos. Instituto de Ecología A.C., CONAFOR y CONACYT. Xalapa, Ver. México. 100 pp.

Fuente: CONAFOR