La principal actividad que COPADE desarrolla actualmente en Guatemala, en cooperación con FORESCOM, la plataforma comercial y de transformación de la madera de un grupo de nueve empresas de base comunitaria de Petén, es la apertura de mercados para España y Europa basados en el sello MADERA JUSTA.
Todo arranca de un proyecto de cooperación, aprobado en el año 2010, que trata de identificar en Nicaragua, Honduras y Guatemala un espacio donde sea factible la producción de una línea de productos de acondicionamiento de jardín para la compañía LEROY MERLIN.
El proyecto se definió y arrancó en Guatemala. Seleccionados diseños y productos, el primer pedido se realiza en el año 2013, por un volumen de cinco contenedores de lamas y baldosas de pucté y santa maría para decking. En 2014-15 se duplica el pedido de LEROY MERLIN, en base a la satisfacción por el producto entregado con anterioridad. Son diez contenedores, a razón de 50.000 dólares por contenedor. En el año en curso, son cuatro los contenedores encargados hasta ahora a COPADE por la prestigiosa cadena de tiendas de bricolaje, jardinería y construcción.
A continuación dialogamos con Iván Bermejo Barbier, responsable de COPADE en Centroamérica, quien nos explica la evolución y progresos de este proyecto.
¿Qué efectos visibles ha generado esta colaboración?
La relación comercial se ha consolidado, y beneficia directamente a una población de casi 900 familias; entre quienes extraen la madera, los transformadores, transportistas, almacenes, etc.
En esta colaboración, LEROY MERLIN cumple un papel esencial, sin el cual sería imposible alcanzar el negocio.
¿Cómo funciona, a grandes rasgos, este modelo de cooperación?
FORESCOM es una sociedad cuyos propietarios son, a su vez, las empresas comunitarias. Las mismas que realizan la extracción de la madera y una primera transformación. Agrupa a la oferta de muchas pequeñas parcelas. Lo que necesita LEROY MERLIN no se encuentra en una única comunidad, es preciso hacer acopio de la materia prima en cuatro organizaciones comunitarias y fabricar el producto con la materia prima de todas ellas.
El pucté y la santa maría son consideradas en Guatemala “especies secundarias”. No es fácil encontrar mercado para ellas. A la hora de su extracción, en marzo y abril, durante la temporada seca, si no existe un negocio a la vista, la madera no se corta, y queda en pie. El hecho de que exista un mercado para esta madera activa a las comunidades próximas y genera jornales para las personas que se ocuparán de extraer la madera, y de su posterior aserrío. Son muchas personas involucradas en una operación, garantizada y organizada, y por lo tanto delimitada en el tiempo y en la cantidad de materia prima demandada por un cliente.
También son beneficiarios los empleados administrativos y encargados de la segunda transformación de la madera de FORESCOM, en Petén. Estos últimos se ocupan del secado, mecanizado y ensamblado.
Es un producto totalmente terminado, embalado y etiquetado, que va a ir directamente a los centros de logística de LEROY MERLIN que, a su vez, los distribuirá a sus tiendas.
Así es, a grandes rasgos, la cadena de valor que LEROY MERLIN y COPADE fomentan en una región de Guatemala.
¿Qué beneficio registran los beneficiarios?
En el país queda “atrapado” en torno a 1,2$ por pie tablar de estas maderas secundarias. La caoba, hermana mayor de todas las maderas, es la principal especie del país y da sentido a todo el sector. Genera 6 dólares por pie tablar. Aproximadamente el doble que un roble europeo de la mejor calidad.
El precio final de venta de los productos de pucté y santa maría sube de 1,2 a 4 dólares.
¿Hacia dónde se dirigen las vías de cooperación de COPADE con este país centroamericano?
La actual línea de acción de COPADE en Guatemala pasa por mantener y potenciar las relaciones comerciales con las empresas LEROY MERLIN, ARTESANIA EL BOSQUE, GARCIA VARONA, SINTALA, MADINTER e IPEMA. Asimismo, está en marcha hasta que finalice el año un importante proyecto de cooperación española en el cual está implicada la prestigiosa firma BELLOTA HERRAMIENTAS. Aquí incluso se está tratando de introducir alguna especie nueva, como el manchiche, para la fabricación en origen de huertos urbanos y mangos para herramientas.
¿Qué certificaciones portan las maderas comercializadas hacia España, desde Guatemala?
COPADE lidera en España la iniciativa de STTC (European Sustainable Tropical Timber Coalition) para la promoción en nuestro país de las maderas tropicales certificadas. Las materias primas y productos que suministra FORESCOM están certificadas además con el sello MADERA JUSTA, y COPADE hace su labor de información y divulgación para acercarlas al mercado europeo. Esto ayuda a ampliar el volumen de producción en Guatemala.
Por otra parte, buscamos otros actores que encajen en este modelo de extracción-transformación-exportación en Honduras o Méjico, por ejemplo. Hemos de estar preparados para ser capaces de responder a un hipotético tirón de la demanda en España y Europa.
¿Cómo son, técnicamente hablando, estas maderas?
Hay características y prestaciones que hacen interesantes las maderas de Petén para el comprador final. Unas son técnicas, y otras intangibles. Son catalogadas como maderas duras, que tienen una extraordinaria estabilidad y una gran resistencia, ideal para su uso en exterior, sin mayores esfuerzos y labores de mantenimiento.
Basta con aplicar anualmente un aceite, para reavivar su color natural y nutrir la madera. Su tonalidad y vetas las hacen muy atractivas. No es raro ver hasta cinco tonalidades diferentes en una única lama de madera (café oscuro, café claro, amarillo…). Son maderas reconocidas y contrastadas en el mercado de Estados Unidos.
La principal cualidad intangible de pucté, santa maría o manchiche, además de portar el sello MADERA JUSTA, con todo lo que esto conlleva, es que se trata de madera proveniente de áreas protegidas. Es un contexto muy diferente al que se conoce y comprende en Europa. El aprovechamiento de estas especies en Centroamérica en áreas protegidas responde a una gestión forestal que se desarrolla bajo el estándar FSC, internacionalmente admitido.
Las comunidades que lo llevan a cabo lo hacen a raíz de un acuerdo de concesión con el Estado de Guatemala. Ese derecho se ve revocado, inmediatamente, en el momento en que se pierda la certificación FSC. Lo que ha garantizado, y ha sido evidenciado en numerosos estudios durante los últimos veinte años, es que las concesiones aprobadas en la Reserva de Biosfera Maya, principal área protegida de toda Guatemala, responden a las áreas con el mejor nivel de conservación; mejor que en los parques nacionales donde, en teoría, no se puede hacer ningún aprovechamiento, pero donde en efecto se llevan a cabo de forma ilegal, produciendo daños en el territorio.
Toda actividad tendente a favorecer las actividades comercializadoras de estas organizaciones y de mejorar sus capacidades de reinvertir en el bosque, son precisamente las que están ayudando a conservar mejor los últimos reductos verdes de Centroamérica. COPADE está tratando de trasladar este mensaje a los clientes y consumidores europeos. Un ejemplo más de que extrayendo la madera del bosque es como mejor se garantiza su conservación y predurabilidad.
¿Es verdaderamente MADERA JUSTA un valor añadido de peso para estos productos?
MADERA JUSTA aporta un destello de tranquilidad al consumidor; una garantía más de que se gestiona el bosque de forma verdaderamente seria y sostenible. El sello contribuye a una mejor administración en los capítulos de negocios y contratación de personal de las organizaciones. MADERA JUSTA se apoya en el estándar FSC. De hecho, no evalúa cómo se hace la gestión forestal, cómo se eligen las especies o qué tasas de extracción se aplican. Todo eso lo deja en manos de FSC. Eso sí, exige como un requerimiento principal que la organización auditada posea la certificación FSC.
MADERA JUSTA audita los diez principios del Comercio Justo, que principalmente se refieren a las condiciones laborales, al manejo de las finanzas y al precio razonable de los productos.
Además, el estándar MADERA JUSTA integra el proceso de diligencia debida y da garantías al importador europeo del cumplimiento del reglamento EUTR, que regula la importación de madera en el Viejo Continente. Es algo esencial para el productor americano y para el importador europeo.
Fuente: Madera Justa