Frenar el comercio de la madera tropical no necesariamente evita la deforestación

A mediados de la década de 1980, cuando la deforestación en América Latina alcanzó niveles críticos, la mayoría de conservacionistas creía que la forma de salvar los bosques del mundo era boicoteando completamente la madera tropical. Pero los fundadores de Rainforest Alliance adoptaron un enfoque poco convencional, diciendo que ese boicot terminaría fallando porque no tomaba en cuenta las necesidades de más de mil millones de personas que dependen de los bosques para su sustento.

Desde el inicio, Rainforest Alliance comprendió que, para tener éxito en el largo plazo, los movimientos ambientalistas debían trabajar con las personas que usan los bosques como su techo, fuente de sustento y de sus medios de vida, ya que son ellos quienes tienen el mayor incentivo para conservarlo.

Así nació el enfoque único para la conservación del bosque. En los últimos 30 años, han formado una alianza global de comunidades forestales, conservacionistas, agricultores, científicos, compañías multinacionales, gobiernos y ciudadanos en general. Rainforest Alliance ha colaborado con todos estos aliados para desarrollar y promover un estándar riguroso de sostenibilidad para el manejo forestal y otro separado para agricultura, que ha sido una de las causas principales de la deforestación. Ambos estándares están basados en el principio de que la sostenibilidad pura debe apoyar la salud ambiental, social y económica de las comunidades rurales.

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Concesión forestal certificada FSC en Carmelita, Guatemala Foto: Sergio Izquierdo

Mientras crecía la concientización sobre la crisis global por la deforestación (en parte, gracias al trabajo de Rainforest Alliance con periodistas) también aumentaba la demanda en el mercado por madera y productos de madera producidos de forma responsable. En 1993, Rainforest Alliance cofundó el Forest Stewardship Council (FSC), el primer sistema de certificación forestal global e independiente, para conectar a empresas forestales responsables con los mercados crecientes para la madera abastecida de forma sostenible (la certificación FSC incluye un método que permite a los compradores rastrear la madera hasta su origen). Le certificación de silvicutura sostenible probó ser una herramienta tan poderosa para la conservación que en poco tiempo nos expandimos fuera de los bosques de América Latina, y también vimos una proliferación de esquemas de certificación que competían con el nuestro. Actualmente, más de 45,7 millones de hectáreas (113 millones de acres) de bosques tropicales, templados y boreales alrededor del mundo cuentan con la certificación FSC.

Sin embargo, el crecimiento de la demanda por madera de fuentes sostenibles dejó claro que las comunidades forestales necesitaban de apoyo adicional para poder acceder completamente a los beneficios de la certificación y para competir con empresas forestales ya establecidas. Se desarrollaron programas integrales de capacitación y asistencia técnica (que cubren áreas como contabilidad, procesamiento, control de calidad, administración de negocios y mercadeo) con el fin de que las empresas forestales comunitarias pudieran prepararse mejor para participar en el creciente mercado; además, llevamos estos servicios a comunidades que no estaban certificadas. La relación con las comunidades forestales se profundizó y luego se trabajó con ellos en el desarrollo de fuentes suplementarias de ingreso, incluyendo la cosecha y procesamiento de productos forestales no maderables (como la nuez de Brasil), el turismo sostenible y los proyectos forestales de carbono. Estas actividades forestales adicionales son ahora una parte importante del enfoque integrado de conservación de paisajes.

Planta procesadora de nuez de nuez de Brasil en Madre de Dios, Perú Foto: Mohsin Kazmi

Planta procesadora de nuez de nuez de Brasil en Madre de Dios, Perú
Foto: Mohsin Kazmi

Rainforest Alliance ha mantenido a la vanguardia en el desarrollo de economías forestales sostenible por 20 años, trabajando siempre en alianza con las comunidades locales. Desde inicios del año 2000, cuando los gobiernos alrededor del mundo empezaron a otorgar derechos de las tierras a las comunidades indígenas y forestales, hubo la oportunidad de usar la gran experiencia para apoyar a las comunidades a sacar el máximo partido de sus recién adquiridos derechos. Con base en nuestro enorme éxito en Guatemala, Ecuador y Perú, adaptamos el modelo de trabajo para forjar alianzas con empresas forestales comunitarias en Camerún, Myanmar e Indonesia.

En momentos donde la devolución de los derechos sobre la tierra a las poblaciones locales e indígenas está ocurriendo en todo el mundo, Rainforest Alliance promueve un modelo de conservación nuevo y altamente efectivo a través de alianzas de largo plazo con estas comunidades. Trabajando con más de 100 comunidades forestales comunitarias y empresas pequeñas y medianas —desde pequeños propietarios de tierras en zonas templadas, hasta bosques tropicales que son propiedad de comunidades en Camerún, Indonesia y la Amazonía— Rainforest Alliance ha cambiado la forma en que se conservan los bosques alrededor del mundo.

Fuente: The Frog Blog

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