La madera te habla

La veta de la madera se crea durante el proceso de crecimiento de los árboles, lo que produce los anillos anuales. Estas texturas no sólo varían según el tipo de madera y corte, sino que también tienen mucho que contar.

El pino es patrejo y acogedor, la teca elegante y con largas curvas, mientras que el roble, con su textura particularmente contrastante, tiende al dramatismo: los patrones de madera, como también se llama la veta, son piezas únicas y llenas de carácter que pueden traer vida o inquietud al hogar en techos, paredes, pisos o muebles. Lo expresivo que resulte el cuadro de madera en cuestión depende fundamentalmente y claramente de la biografía individual del árbol que dona las tablas. Pero eso no es todo: dependiendo de qué lado y ángulo se corte el tronco, se obtienen diferentes texturas, en las que son más o menos visibles los anillos anuales o se hace visible el crecimiento cónico natural de los árboles.

La dureza lleva tiempo

El juego natural de matices de color, así como el grosor de las líneas y los gradientes fascina al ojo inexperto, al mismo tiempo que informa al ojo especialista en madera de un vistazo sobre la calidad, la formación de pizarra, la división y las tendencias de comportamiento de la madera en caso de cambios en las condiciones de temperatura y humedad: la madera cultivada de manera uniforme se deformará con menos facilidad que la madera que, como árbol, estuvo expuesta a un cambio constante de años climáticos buenos y malos. Si se trata de madera dura o blanda también se puede determinar a primera vista. Las maderas duras como el nogal o el roble crecen más lentamente que el pino y otras similares. En consecuencia, sus anillos anuales son más finos y estrechos.

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Historia e investigación climática sobre la madera

También en la ciencia existe un gremio aparte, la dendrocronología, que se ocupa profesionalmente de la veta de la madera: la suma de los anillos anuales es la historia completa del árbol, en la que se inscriben las condiciones climáticas locales de su vida, así como los traumatismos provocados por lesiones mecánicas, infestaciones de plagas o incendios forestales, que dejan cicatrices en el tejido de la madera. La dendrocronología explota sistemáticamente estas historias creando calendarios de anillos anuales de varios miles de años a partir de muestras de madera de diferentes épocas, que a su vez se suman al panorama general del desarrollo climático local, regional y global. Con ayuda del calendario anual de anillos adecuado se puede determinar con bastante precisión la edad y el origen del material de las estructuras o hallazgos de madera. Y fue la dendroarqueología, estrechamente relacionada con la dendrocronología, la que proporcionó evidencia de una sospecha largamente sostenida: que durante la época del emperador romano oriental Justiniano, una serie de erupciones volcánicas que oscurecieron el sol habían provocado un enfriamiento dramático, que a su vez fue en parte responsable de la plaga de Justiniano.

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Año tras año, anillo tras anillo

Los anillos anuales, tan característicos en sección transversal, se crean por dos cosas: el crecimiento en grosor de los árboles y el cambio de estaciones o condiciones de abastecimiento (como estaciones lluviosas y secas) o niveles de temperatura. La capa de tejido llamada cambium es responsable del crecimiento en grosor. El primer anillo anual se forma cuando el anillo del cambium secreta madera temprana hacia el interior y líber (que forma la corteza del árbol) hacia el exterior, expandiéndose así. Con sus células grandes y de paredes delgadas, la madera temprana es mecánicamente inestable.)

A través de la deposición de biopolímeros sólidos llamados lignina, el tejido blando se lignifica, se fortalece y se vuelve madera tardía densa y más oscura. Este patrón continúa: en la fase de crecimiento después del período de inactividad en invierno o durante los períodos secos, el árbol forma madera temprana, que se transforma en madera tardía. Cuanto más favorables sean las condiciones climáticas de un año para el árbol, más madera temprana producirá y más ancho será el anillo anual.

Fuente: Mareiner

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