El Comité Asesor Forestal del Condado de Whatcom invitó a la investigadora Dra. Edie Sonne Hall de Three Trees Consulting a compartir sus ideas sobre cómo la gestión forestal mitiga el cambio climático. El tema es oportuno ya que las comunidades, los gobiernos y los legisladores buscan formas de reducir la cantidad de gas CO 2 en nuestra atmósfera para disminuir los impactos del calentamiento del planeta.
Hay un creciente cuerpo de investigación que demuestra el papel fundamental que desempeñan las prácticas forestales sostenibles y los bosques gestionados activamente para ayudar a mitigar el cambio climático. Después de todo, los árboles absorben el gas CO 2 de la atmósfera y, mediante el poder de la fotosíntesis, el carbono se convierte en madera, ramas y raíces. De hecho, el 50% del peso de la madera es carbono almacenado. Es debido a este proceso que la gente se ha fijado en los árboles y considera que los bosques son la última tecnología de captura de carbono.
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Pero, como subrayó Sonne Hall, si bien los árboles en crecimiento son excelentes para secuestrar carbono, mantener los bosques intactos y sin administrar iría en contra de los esfuerzos de mitigación del cambio climático. Esto se debe a que los árboles son organismos vivos que eventualmente mueren y son susceptibles a factores estresantes como sequías, calor intenso, enfermedades, infestaciones, depredación e incendios forestales.
Compartiendo datos de investigadores de la Universidad de Washington , Sonne Hall mostró al comité que cada año, los bosques gestionados activamente por propietarios privados secuestran 4,9 toneladas de dióxido de carbono por acre, casi el doble que los bosques no gestionados del Servicio Forestal de EE. UU. (USFS) Solo los árboles vivos y en crecimiento secuestran carbono. Más del 70 % del crecimiento forestal anual por acre muere cada año en los bosques del USFS no administrados. Los árboles superpoblados, muertos y moribundos aumentan el riesgo de incendios forestales que liberan todas las emisiones de carbono a la vez. Una sola temporada de incendios puede acabar con años de esfuerzos para reducir las emisiones, como sucedió en California el año pasado, donde se borraron casi veinte años de reducción de emisiones por un solo año devastador de incendios forestales que liberaron 127 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en comparación con las 65 millones de toneladas métricas de reducción logradas en los 18 años anteriores.
Los terratenientes privados retienen más de tres veces el crecimiento anual o 2,74 toneladas en madera y árboles vivos que almacenan carbono, mientras que los USFS de crecimiento más lento y poco saludables retienen apenas 1 tonelada de dióxido de carbono por acre. Dado que las tierras del USFS dominan nuestro paisaje, recuperar la salud de todos nuestros bosques es la forma principal en que nuestros bosques pueden tener un impacto positivo en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
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Sonne Hall también enfatizó que las propuestas para eliminar las tierras forestales de trabajo estatales no son un enfoque sostenible ya que los bosques manejados sin duda dan como resultado una mejor salud forestal y menores tasas de mortalidad de los árboles. Más de la mitad de las tierras del Departamento de Recursos Naturales del estado, o 1 millón de acres, ya no permiten la cosecha. En todo el estado, las zonas de amortiguamiento de bosques ribereños, los parques nacionales y las áreas silvestres están protegidas debido a su “alto valor de conservación”. Proporcionando contexto local, Sonne Hall señaló que el 75% de la base total de tierras forestales del condado de Whatcom está restringida para la cosecha debido al Parque Nacional North Cascades, las tierras no administradas del USFS, las tierras estatales reservadas, así como las zonas de amortiguamiento ribereñas del condado, privadas y tribales.
Al final del día, abordar el cambio climático requiere una serie de enfoques, incluido el sector forestal y una industria de productos de madera próspera. El estado de Washington y su sólido sector forestal que respalda más de 102 000 puestos de trabajo en todo el estado está preparado para desempeñar un papel importante en este esfuerzo debido a su baja huella de carbono de fabricación, sus estrictas normas de prácticas forestales y la madera de alta calidad que produce.
La madera es un recurso renovable. Y cuando se produce de manera sostenible, ayuda a abordar el cambio climático en dos aspectos al proporcionar un material de construcción respetuoso con el medio ambiente que, cuando se usa, desplaza las emisiones de los materiales de construcción no renovables y promueve la salud de los bosques a través de prácticas de gestión activa.
Sonne Hall concluyó su presentación instando a los responsables de la toma de decisiones a abordar las amenazas y la resiliencia de los bosques mediante la gestión y el suministro al mercado de productos de madera producidos de forma sostenible.
Fuente: WFPA