Ya está en funcionamiento la primera planta piloto en Chile para producir bioetanol a partir de residuos forestales. Las instalaciones demandaron una inversión de 3 millones de dólares y están ubicadas en el campus de la Universidad de Concepción.
Su origen se remonta a seis años atrás, cuando la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) convocó a consorcios tecnológicos empresariales de investigación en biocombustibles.
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, manifestó: “Esta iniciativa es un gran paso para los consorcios universidad-empresa que se han creado en el país, siendo éste uno de los más exitosos, ya que ha entregado resultados tangibles en su primera etapa. Ahora el desafío será llevar la utilización del biocombustible al área comercial, con el fin de generar un alto valor agregado y llegar a otros mercados”.
El director científico del Proyecto BioEnercel, Jaime Rodríguez (PhD), explica que los investigadores han llegado a la conclusión de que terrenos que ahora no resultan cultivables ni para usos agrícolas ni forestales podrían ser aprovechados con plantaciones dedicadas a elaborar biocombustibles, en otras palabras, “plantaciones dendroenergéticas”.
Lo anterior provocaría un importante beneficio social considerando que se han identificado cerca de 16 mil hectáreas en el secano costero de las regiones del Biobío y Maule que son propiedad de pequeños parceleros y que servirían, muchas de ellas, para plantar y cortar en cuatro años y aún menos aún. Y no en 12 años, que es lo requerido para uso forestal.
En términos simples, para transformar madera en biocombustible lo que se hace es separar el azúcar de la lignina y transforman el azúcar en etanol, al que luego se extrae el agua y se destila, obteniendo así un producto listo para utilizarse en diversas aplicaciones como, por ejemplo, en uso vehicular.
A nivel mundial, en el norte de Italia una planta produce biocombustible principalmente con residuos agrícolas, Dinamarca, Finlandia y Estados Unidos tienen avances, Brasil produce etanol con caña de azúcar.
Chile no produce combustibles. Depende del petróleo y el gas, los que se importan en un 99% del extranjero. Sin embargo, sí contamos con un importante sector forestal que aporta el 2,6% del Producto Interno Bruto, lo que hace mirar estas iniciativas con especial interés y optimismo.
Fuente: CORMA